El Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) se trazó este año el objetivo de pagar una parte del valor de los bonos que emitió para la campaña presidencial de 2018. Si bien no se cuantifica aún en poder de quiénes están y el valor total de la deuda, sí se sabe que ronda los G. 17.000 millones. Alrededor de USD 1 millón es lo que se pagará este año.
Los bonos estarían en manos de los propios dirigentes o financistas del partido, quienes ahora ejercen presión sobre la actual administración del partido, representada por la vicepresidenta segunda Alba Talavera y el tesorero Dionisio Amarilla. Esto debido a que los cobros ya debieron concretarse en 2019, pero se acumularon deudas en el partido que carga con embargos desde hace tiempo, producto de la mala administración de quienes agarraron la tesorería y administración del PLRA en 2016. Los bonos emitidos generan un verdadero dolor de cabeza para las arcas del partido que, como se sabe, está con saldo rojo.
El PLRA había emitido antes de las elecciones de 2018 cientos de estos documentos con valores distintos así como varias series, que iban desde la A, equivalente a G. 5 millones, hasta la F, valuado en G. 100 millones. Dichos poderes en forma de documento que emanaron de la resolución del Directorio generan un interés porcentual para quien los porta. El interés que genera el documento por encima del capital es fijado por el directorio antes de cada elección, en este caso las generales de 2018, y es un porcentaje simbólico y no supera el 10%. No obstante, la colocación de los bonos al portador por parte del partido ha generado para muchos todo un negocio totalmente ajeno al motivo real que lleva al partido a buscar esta vía de financiación para sus campañas.
En la práctica, por ejemplo, un bono de G. 5 millones bien puede efectivizarse por hasta el 60% más que su valor nominal. En sumas más grandes como la de la serie de G. 100 millones algunos de los tenedores tienden a negociar con financistas particulares o personas con liquidez financiera. Se asigna al candidato el rol de colocar los bonos, y tiene un margen para negociar. Allí aparecen los avivados que por lo general tienen vínculo con el partido o están representando al mismo en un cargo electivo.
Es vox populi que muchos bonos se colocan al 50% de su valor real, generando así a la hora de su efectivización un rédito del 100%, un porcentaje que ningún banco está en condiciones de superar por lo que se vuelve un negocio lucrativo.
El negocio de los bonos quedó corroborado en las elecciones de 2013, cuando se halló que hasta funcionarios de la Justicia Electoral tenían en su poder bonos por valores millonarios pero que no podían justificar en relación al salario que percibían en la institución. Esta situación solo se puede explicar en el hecho de que se utilizan los llamados prestanombres para cobrar el bono.
Es sabido que hay una práctica bastante extendida de que sean los propios legisladores, gobernadores, intendentes, los que adquieran los bonos con el fin de más adelante reclamar el pago por encima del valor real, al partido que dicen representar. Para otros, no obstante, agarrar el bono como garantía de posterior devolución en efectivo, es una forma de honrar su afiliación partidaria. Por lo general quiénes no buscan negociar con los bonos sino más bien tienden la mano en la seguridad de que se le retornará el dinero producto del aporte y subsidio que recibe, es aquél que adquiere bonos por G. 5 , G. 10 o G. 50 millones según sus posibilidades.
Amortización. Este año el Partido se trazó el objetivo de desembolsar G. 6.800 millones –un millón de dólares– que corresponden a un porcentaje de la deuda en bonos. El saldo de G. 10.200 millones tendrá otra calendarización de pagos que será para los posteriores periodos. El PLRA a través de sus autoridades esta semana adelantaron tener la firme intención de ir disminuyendo el pasivo del partido. El monto para ir reduciendo el pasivo partidario, saldrá por una parte de G. 500 millones del subsidio y de G. 6.300 millones de aportes embargados. Las deudas han ido en aumento y desde la campaña presidencial de 2018 prácticamente no se pagó nada.
17.000
millones de guaraníes sería la deuda en concepto de bonos que tiene el PLRA desde las elecciones de 2018.
6.800
millones de guaraníes (USD 1 millón) es lo que prometieron las autoridades abonar de la deuda para fin de año.