Aunque el sector más radical del PLRA pretendía que el lineamiento político marcara el inicio de una oposición férrea al Gobierno colorado, la asamblea, realizada entre incidentes y abucheos, no tomó una postura radical y se limitó a apuntar hacia una renovación estatutaria en un plazo de 180 días, propuesta del sector llanista que a última hora contó con la adhesión de dirigentes de otros sectores.
Resolvieron ser “una oposición seria”, realizada por “un partido moderno” y la revisión de los temas “caso por caso”, según expresó el propio titular del partido, Miguel Abdón Saguier, durante la asamblea.
En la declaración final solo se criticaron los despidos injustificados de liberales de la función pública.
Cero autocrítica. Si bien varios oradores hicieron alusión a las elecciones ganadas por los colorados, no hubo una autocrítica seria ni se sacaron a relucir las fallas que llevaron a la llanura al partido.
Solo el senador Blas Llano recordó haber asumido la culpa de la derrota y dado un paso al costado, renunciando a la presidencia del PLRA.
Dijo que “ningún otro dirigente nacional hizo lo mismo”, por lo que se interrogó si solo él era el culpable de la derrota electoral del 21 de abril pasado. “Invito a otros líderes a imitar el paso al costado para dar lugar y oportunidad a nuevos liderazgos surgentes, que instale al PLRA en la presidencia en el 2018”, apuntó Llano en su discurso.
“Si yo, Tito Saguier, Yoyito Franco, Efraín Alegre, Luis Alberto Wagner y otros dirigentes no comprendemos la necesidad de esta apertura, no estamos preparados para asumir el poder en el 2018”, añadió el senador, uno de los principales oradores.
Llano demostró que mantiene la hegemonía en el interior del partido, y manejó la convención consiguiendo que se apruebe el proyecto del Equipo Joven que lidera.
A las calles. Al inicio de la convención, Saguier instó a tomar las causas de los campesinos y de la gente de la calle, a salir a protestar y dejar de hacer política de oficina.
Invitó a “luchar por la igualdad porque la igualdad no se regala, sino se conquista”.
También indicó que “es inaceptable que las instituciones del partido tomen una determinación y luego los que ocupan cargos públicos hagan algo distinto a lo recomendado por el partido”, en clara alusión a los legisladores que votan en el Parlamento en contra de las recomendaciones tomadas por el Directorio.
El ex ministro de Obras, Salyn Buzarquis, advirtió que “si no hay cambios, van a volver los gobiernos totalitarios al Paraguay”.
El documento aprobado menciona la necesidad de que el PLRA “sea un partido abierto a la sociedad”, allanando el camino a la posibilidad de que, en el futuro, se apoyen candidaturas de algún outsider, o de afiliados sin militancia.