03 oct. 2023

Lenguas portuguesa y española son tema de conferencia

En la fecha, en el salón presidencial del Hotel Guaraní (Oliva e Independencia Nacional), se lleva adelante una nueva edición de la Conferencia Internacional de las Lenguas Portuguesa y Española (CILPE), promovida por la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI).

El evento, que se extenderá hasta mañana, presentará debates y conferencias entre sus propuestas. Las inscripciones para asistir pueden ser realizadas a través de las redes sociales de la OEI.

La programación del CILPE2023 centrará sus debates y conferencias en tres ejes principales: Somos lo que leemos: lenguas, literaturas, comunidades; Lenguas y Educación Intercultural; y El poder y el valor de la comunicación.

Actividades. Entre las actividades del primer día, a las 13:30, se desarrolla la sesión Leer el mundo: Las voces de la literatura, con la participación de Pilar del Río, de la Fundación José Saramago; Mirta Roa, de la Fundación Augusto Roa Bastos; Mário Lúcio, escritor y músico, exministro de Cultura de Cabo Verde; y Jerónimo Pizarro, de la Universidad de los Andes.

La charla contará con la mediación de Raquel Caleya, del Instituto Cervantes de España, y la relatora será Inés Miret, de Neturity, España.

Por otro lado, a las 16:15, se lleva a cabo el diálogo abierto Augusto Roa Bastos: Entre lo temporal y lo eterno, a cargo de Nadia Czeraniuk, vicepresidenta de la Fundación Augusto Roa Bastos y rectora de la Universidad Autónoma de Encarnación, bajo moderación de Germán García da Rosa, director de la OEI Paraguay.

Más contenido de esta sección
Aunque el fiscal general del Estado ha declarado que “no detecta” hecho punible en el caso de la denominada ocupación vip y hace responsable a la Justicia para intervenir en el escandaloso tema, debemos reclamar que los hechos constituyen una directa confrontación al mismo estado de derecho, modelo por el que optamos como República en la misma Constitución Nacional. Todos los paraguayos como integrantes de la sociedad estamos sujetos a las leyes y por tanto a su cumplimiento. Privilegios e impunidad están fuera de la ley.
En los próximos años se vienen importantes vencimientos de la deuda que se agregan al pago de los servicios de las mismas. Dado que no existen planes gubernamentales de recaudar más para pagar los compromisos contraídos, no les quedará otra opción a las autoridades económicas que refinanciar, es decir, contratar más deuda. Además de considerar la vulnerabilidad que ya presentan nuestras finanzas públicas, es necesario tener en cuenta el contexto internacional así como las decisiones de política monetaria que se tomen en ese país.
El Parlamento tiene una responsabilidad fundamental en el Presupuesto público, principal instrumento de política fiscal. No puede ni debe diseñar políticas por la vía presupuestaria ni aumentar los gastos sin considerar los ingresos para solventarlos. Cualquiera de estas acciones distorsiona el Presupuesto, haciéndolo deficitario e ineficaz. Debe ejercer sus competencias de manera responsable y racional, superando su tradicional rol prebendario, influido por el tráfico de influencias e impregnado de conflictos de intereses para tomar decisiones.
La actual situación del imputado senador colorado Erico Galeano es una vergonzosa exhibición de la impunidad que ya es casi nuestra marca país. Imputado por supuesto lavado de dinero y asociación criminal en el marco del operativo A Ultranza, el político cartista, tras varias exitosas chicanas judiciales, logró que un juez lo beneficie con la prisión domiciliaria, y que incluso pueda acudir a las sesiones del Congreso. Estos son los privilegios que ostenta nuestra clase política, pues incluso por menos un ciudadano común ya estaría en el penal de Tacumbú.
Zenaida Delgado, flamante cartista, defiende la posición de suprimir la palabra género en una ley que declara emergencia social ante la violencia contra las mujeres.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. El Estado debe preocuparse del bienestar de la población, considerando la relación que existe entre la mente y la conducta social. La crisis económica, falta de empleo, la inseguridad pero también la falta de oportunidades para acceder a productos culturales y la falta de espacios públicos de recreación inciden en el humor social y afectan la salud sicosocial.