El estudio incluye cuatro variables fundamentales para la elaboración del índice. Ellas son: apertura, innovación, talento y eficiencia.
Solo tres países de América Latina, de los 19 analizados en esta edición, figuran entre los 50 primeros de la lista, en una clasificación de atracción media. Brasil, en el lugar 41; México, en el puesto, 43; y Chile, en la ubicación 46.
PARAGUAY. Se ubica aún más abajo, en el 95º, Paraguay, entre los que despiertan escaso interés para las inversiones, siempre teniendo en cuenta los parámetros mencionados más arriba. Otros países de América Latina que figuran en el escalafón son Uruguay (66º), Panamá (70º), República Dominicana (74º), Perú (82º), Ecuador (84º), Costa Rica (88º), Colombia (91º), Argentina (92º), Guatemala (104º), Bolivia (116º), Honduras (120º), El Salvador (122º), Venezuela (137º) y Haití (141º).
Entre los primeros puestos, después de Alemania, se encuentran países de Norteamérica y Asia. Estados Unidos ocupa el segundo puesto con 99,61 puntos. Le siguen Singapur (90,5), Japón (90,1), Reino Unido (89,2), Hong Kong (87,9), China (82,1), Canadá (80,8), Corea del Sur (80,1) y Países Bajos (79,9).
Esta es la quinta edición del Índice de Atracción Global. La primera edición fue publicada en 2015 y hasta el 2017 fue liderada por Estados Unidos. Desde entonces, Alemania tomó la posta en las tres ediciones siguientes.
El informe también se refiere a los efectos de la pandemia y apunta que podrían aumentar las desigualdades sociales, el desempleo y el impacto en las finanzas públicas y en los salarios. Aunque también valora algunos efectos positivos como el impulso de las herramientas digitales, la reducción de gases contaminantes, entre otros.
Recuperación
La economía global está mostrando signos de recuperación de la grave recesión provocada por la pandemia del coronavirus, pero una convalecencia plena es “improbable” sin que haya una vacuna, advirtió la directora del FMI. Resaltó que los gobiernos deberían seguir apoyando a los trabajadores y a los comercios para evitar una ola de quiebras. AFP