El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, quien a principios de esta semana juró su cargo, heredó una economía en crisis, ahondada por la pandemia, y con la difícil tarea de reactivarla para impedir una conflictividad social contenida. Los indicadores económicos que encontró en el despacho que le dejó su antecesor, Lenín Moreno, no son alentadores.
Con una economía que decreció durante el primer año de la pandemia un 7,1% y que apenas se recuperará en 2021 un 1,5%, según estimaciones del Banco Central, Lasso prevé apostar por el aperturismo, la austeridad y la inversión.
Ex banquero y empresario de 65 años, Lasso ve en la empresa privada y la inversión extranjera el factor clave de la reactivación y la prosperidad.
Y, por eso, ha ofrecido a la empresa privada que participe en los negocios estatales como la industria petrolera, la minera, las carreteras, el turismo y la vivienda, entre otros ámbitos.
DILEMA. Para el catedrático Pablo Dávalos, Lasso afronta un dilema crucial en su afán de reactivar la economía por la vía del aumento de ingresos y la reducción del gasto público. Según el analista, el presidente ecuatoriano ha apostado por “la línea de la oferta”, cuando el país reclama soluciones “por la vía de la demanda”.
Por ello, considera que la reactivación económica en el modelo de Lasso será difícil y tendrá grandes obstáculos políticos y sociales que afrontar.
Además, recordó que varios sectores sociales “han empezado a demandar” que se elimine un decreto que ha incrementado el valor de las gasolinas mediante un sistema de bandas de fluctuación.
Para Dávalos, si no se atienden primero las demandas de la población, que ha soportado el rigor de la crisis económica y sanitaria, Ecuador podría “seguir la dirección de Colombia”, con “escenarios de conflictividad social”.
SIP celebra decisión de derogar la “ley mordaza”
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) tildó el jueves de positivo el envío por parte del nuevo presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, de un proyecto para que la Asamblea Nacional derogue una ley “contra la libertad de prensa y la democracia en el país”. Lasso remitió el proyecto de Ley Orgánica de Libre Expresión y Comunicación, que deroga el estatuto vigente, conocido como “ley mordaza”, aprobado por el gobierno de Rafael Correa, recordó la SIP en un comunicado. “Nos complace y consideramos como un paso positivo la acción del Gobierno de Lasso dirigida a revertir los efectos nefastos de esta disposición, y esperamos que los diputados secunden la iniciativa”, expresó en un comunicado Jorge Canahuati, presidente de la SIP.