las gotas de vela
Encender una vela (preferiblemente de cebo), dejar caer en el agua algunas gotas derretidas e interpretar las figuras que se forman. Si aparecen letras, indican las iniciales del nombre del futuro esposo.
Sorteo de maíz
En la noche víspera de San Juan, antes de acostarse, se coloca bajo la almohada, al azar, un puñado de una mezcla de avati morotî (maíz con el que se hace chipa), y avati tupi (maíz duro). Al levantarse por la mañana, o con el canto del gallo en la madrugada, tomar sin mirar un grano de maíz. Si es mujer quien realiza la prueba y toma un avati morotî, significa que no se casará este año. Si en cambio toma un avati tupi, se casará este año y debe entregar el maíz tomado al candidato o al hombre que ama, para asegurar el casamiento. Si es hombre y toma un avati morotî, significa que sí se casará este año, y debe entregar el maíz a su amada; si en cambio tomó un avati tupi, no se casará este año.
Agarrar limones
A medianoche del 23 para el 24 de junio, en la oscuridad, tomar una fruta del limonero. Si el limón es maduro, la chica se casará con un hombre maduro o viejo; si es verde o a medio madurar, se casará con un joven.
Cuchillo clavado en el bananero
El 23 de junio, al mediodía (Variante: a medianoche, si ya pasó el mediodía), se introduce toda la hoja de un cuchillo en el tronco de un banano. Al retirarlo al mediodía del día 24, interpretar las formas que en su hoja dejó la herrumbre; se dice que las letras que aparecen indican las iniciales del que será novio o esposo.
La prueba de los papelitos
Colocar bajo la almohada, en la noche del 23 de junio, unos papelitos con nombres de varones; al despertar en la mañana siguiente, tomar uno de ellos y el nombre escrito allí será el candidato.
San Juan dice que sí, San Juan dice que no
Escribir en diversos papelitos decires encabezados con “San Juan dice que sí" y “San Juan dice que no” y meterlos todos en una cajita. Luego expresar un deseo, sacar un papelito y allí estará la respuesta.
Manchas de tinta
El 23 de junio a la noche se dejan caer unas gotas de tinta sobre una hoja de papel. Se la dobla en cuatro y se la pone bajo la almohada. Al levantarse en la mañana del 24, se interpreta el dibujito de la mancha.
La prueba de la zapatilla
Tirar una zapatilla hacia atrás, sobre un hombro. Si cae sobre la suela, quien hace la prueba se casará antes de un año.
las cabezas de ajo
En la tarde del 23, antes de que entre el sol, se plantan tres cabezas de ajo, dándole a cada una un nombre. Karai (señor), Ava (hombre común), Kamba (negro o bien moreno). Observar al día siguiente cuál de las cabezas amanece con un brote. Eso indicará la clase de persona que será el marido. Si es hombre el que hace la prueba, dará los nombres de Kuñakarai, China y Kamba.
Plata sy, plata jarýi
Al mediodía del 23, se entierra un billete diciendo: “roñoty ko'ãga, ha ko'êro ro guenohê jevýta reiko haguã che platasýramo” (te entierro ahora y te sacaré mañana para que seas mi platasy -literalmente madre de dinero- o bien plata jarýi -abuela del dinero). Al día siguiente se lo guarda en una alcancía. El platasy sirve para atraer otros billetes.
Preguntar el nombre
Al levantarse el día 24, salir enseguida a la puerta de la calle y preguntar el nombre de la primera persona que pase. La inicial será también la del nombre del futuro candidato.
Fuente: Folklore del Paraguay, libro de Dionisio González Torres. Asunción, 1980.