La sentencia, dictada el pasado 4 de enero por el juez Matthew Bran, de la corte federal de Pensilvania y que se conoció el jueves por un comunicado de los abogados, indica que las FARC deben pagar 12 millones de dólares por compensación de daños al hijo de Betancourt, Lawrence Delloye, que fue quien presentó la demanda en junio de 2018 y que era adolescente cuando su madre fue secuestrada.
A esos 12 millones se suman los gastos de los abogados, lo que lleva el total a más de 36 millones de dólares, apuntó el bufete encargado de la acusación, la firma estadounidense Scarinci Hollenbeck.
Delloye arguyó en su denuncia que las FARC y sus cabecillas habían violado la Ley Antiterrorista y que el secuestro de su madre le había causado un estrés emocional significativo.
“Aunque ninguna suma de dinero puede reemplazar el tiempo que Lawrence Delloye perdió sin su madre ni sanar el trauma sufrido a manos de las FARC, estamos orgullosos de haber podido lograr algún tipo de justicia”, dijo Robert Levy, abogado de Scarinci Hollenbeck.
Ingrid Betancourt, que hoy tiene 61 años, fue secuestrada en febrero de 2002 en Colombia, en una zona controlada por las FARC. En julio de 2008 fue rescatada, junto a otros 14 rehenes de la referida guerrilla. EFE