20 may. 2025

Las antiguas chiperas de Caacupé piden permanecer en sus puestos habituales

Por Darío Bareiro Fariña

Conversación.  Las vendedoras de chipa con el concejal Miguel Gómez pidiendo la reconsideración de su ubicación.

Conversación. Las vendedoras de chipa con el concejal Miguel Gómez pidiendo la reconsideración de su ubicación.

CAACUPÉ

Ante la determinación de las autoridades de Caacupé, de hacer cumplir desde el mes de noviembre la ordenanza municipal que delimita la zona sacra del santuario, las vendedoras de chipas más antiguas apelan y solicitan una consideración para ellas.

Un grupo de chiperas están dialogando con el concejal Miguel Gómez, para que este sirva de nexo con el intendente Roberto Franco, de modo de lograr permanecer en las inmediaciones del Santuario.

Entre estas trabajadoras, todas de Caacupé, Departamento de Cordillera, existen mujeres que llevan de 20 a 40 años vendiendo sus productos en las calles del Santuario.

Una de las trabajadoras, María Clara Morales, dijo que están dispuestas a dejar el lugar, pero “queremos que las autoridades nos permitan, al menos a las chiperas más antiguas, ofertar los productos en las bocacalles, en los alrededores del templo. Que se nos monten unas casillas bien coquetas, para continuar vendiendo nuestras chipas, con los uniformes de exigencia”, enfatizó la vecina del barrio San Francisco de Caacupé.

En la misma situación se encuentran alrededor de una docena de fotógrafos con varias décadas de antigüedad trabajando en la plazoleta del templo. A estos gráficos, igualmente se les solicita abandonar el sitio.

La determinación de la reubicación y la liberación de los alrededores del Santuario a los vendedores se está constituyendo en el tema diario y sostenido a través de los medios de comunicación que operan en Cordillera.