Enfermos crónicos, pacientes que llegan desde el interior del Departamento de Itapúa, para poder conseguir un turno en el Hospital del IPS de Encarnación incluso duermen en el suelo, para asegurar el apreciado y necesario turno.
Muchos, con su silla plegable a cuestas, comienzan a partir de las 21.00 de la víspera, a instalarse frente a la entrada del edificio; entre ellos abuelas, padres de familia y esposos de mujeres embarazadas, que desean asegurar un turno.
En la madrugada de ayer viernes, los asegurados –aguardando la mañana para obtener un turno–, nuevamente debieron soportar temperaturas de 31º, con intenso calor húmedo y la molestia de los mosquitos. Los que terminan siendo vencidos por el cansancio y el sueño, duermen un poco sin la mínima comodidad, sentados en sus lugares o en el duro suelo.
Aproximadamente a las 5.00 los guardias de seguridad del edificio abren las puertas, y los asegurados cansados, ingresan al interior para formar fila en la mesa de entrada que comienza a atender a las 6.00.
Infraestructura. En los pasillos del Hospital hay mucha gente de pie, pues las pocas y rotas sillas para poder sentarse no alcanzan. “Yo no me quejo de la atención médica, son muy buenos profesionales, pero es un verdadero vía crucis poder obtener un turno, yo vine el jueves a la 1.00 y ya no conseguí turno, por eso el jueves a las, 21.00, empecé a formar fila para asegurar conseguir que hoy me atienda un médico”, significaba una paciente de Coronel Bogado, con problemas cardiacos.
De María Auxiliadora, Colonias Unidas, Alto Verá, Natalio y San Rafael del Paraná llegan los pacientes, que viajan por horas para acceder a un turno por un servicio que les descuenta todos los meses un porcentaje de su salario.
Con el director del IPS de Encarnación, doctor Raúl Cabrera, intentamos hablar, nos retiramos a las 7.30 sin obtener respuesta ante los antiguos como reiterados reclamos de parte de los asegurados.