En esta ocasión los moradores denuncian que una vez más existe vertido de efluentes sin tratamiento previo. Tras reclamos, fiscalizadores del Ministerio de Ambiente se constituyeron hasta el sitio y constataron una tubería conectada en la parte posterior de la fábrica de curtiembre Waltrading SA, que desemboca en la laguna.
“El agua presentaba una coloración rojiza con fuerte emanación de olores nauseabundos. Se constató también un polvo blanquecino, presumiblemente cal”, señala el documento.
En abril de este año también se constató fuga de efluentes provenientes de la misma fábrica. Desde el ente ambiental habían señalado, en ese entonces, que la empresa ya cuenta con sumario administrativo abierto por un hecho anterior. Sin embargo, durante la verificación de ayer la firma estaba en pleno funcionamiento y los funcionarios que se encontraban en el lugar no constaban con documentos ambientales para la actividad.