El analista político Marcello Lachi afirmó ayer que uno de los mayores problemas del país es la baja cultura política de sus ciudadanos. Esta conclusión se desprende de una investigación que realizó en Paraguay, y cuyos resultados se plasman en el libro Correligionarios. Actitudes y prácticas políticas del electorado paraguayo, escrito en conjunto con Raquel Rojas Scheffer.
“El libro es un análisis del sistema político, sobre todo, del sistema de partidos, porque al final nos concentramos mucho en los dos partidos tradicionales, que son aquellos que agregan el 75% de los electores, y consiguen también dos tercios de los votos”, explicó Lachi.
Insistió que el problema central del país a nivel político es que hay una baja cultura política. “El problema no es cambiar listas sábana. No creo que influya en el cambio. Para concretar el cambio necesitamos transformar esa bajísima cultura política del electorado. El problema es que la gente vota, pero no elige, y el voto sin elección no cambia mucho”, lamentó el analista.
Añadió que gran parte del electorado se identifica con los dos partidos tradicionales, y esta identificación hace que, en su gran mayoría, los electores de esos partidos votan a su partido, independientemente de los candidatos y las propuestas.
“Dos terceras partes de los afiliados de la ANR y el PLRA votan a sus partidos en cualquier condición, y solamente una parte hace un análisis crítico de las candidaturas, y puede decidir no votar al candidato del partido. Podemos decir que el 50% del electorado en general vota por su partido de forma afectiva, sin preocuparse de los nombres, de las propuestas, de nada”, señaló Lachi.
Añadió que este análisis hace que el sistema sea previsible, rígido, muy estable. Son 30 años que la ANR es el primer partido y el PLRA es el segundo partido. Es muy previsible que dentro de otros 30 años seguirá siendo así”, resaltó el analista.
Además, Lachi señaló que otro elemento que direcciona los votos es la estructura clientelar. “Hay una suerte de construcción de relación personal que se instala entre el elector afiliado y su dirigente partidario, por el cual el elector pretende la ayuda como parte de una relación ética que existe”, explicó Lachi.