Los diferentes países europeos que desde hace más de un año aplican restricciones variadas por la pandemia del coronavirus dan pequeños pasos hacia la apertura, siempre en función de la evolución de los contagios y según el ritmo de vacunación. La desescalada adopta diferentes formas según los países, porque las limitaciones en la vida social, económica y educativa también fueron diversas en cada país, con sus particulares calendarios.
FRANCIA. En Francia, tras más de 6 meses de una sucesión de severas restricciones, la desescalada comenzó el pasado lunes con el fin de los confinamientos perimetrales, instaurados el 3 de abril, que prohibían desplazarse fuera de un radio de 10 kilómetros en torno al propio domicilio, salvo si se tenía una justificación válida. La próxima fecha es el 19 de mayo, cuando el inicio del toque de queda se retrasa 2 horas, de 7 a 9 de la tarde. Podrán reabrir los comercios considerados no esenciales y, sobre todo, las terrazas de los bares, restaurantes y cafés, así como los cines teatros o museos, que llevan cerrados desde finales de octubre. El 9 de junio habrá una nueva relajación en el toque de queda, que comenzará a las 11:00. Bares y restaurantes podrán atender a sus clientes en los interiores, pero con aforos limitados. Será posible organizar de nuevo ferias y salones y comenzará la campaña para recibir turistas procedentes del extranjero.
ITALIA. El 26 de abril Italia comenzó la reapertura gradual de algunas de sus actividades, según el programa previsto por el Gobierno. El toque de queda sigue siendo a las 22:00, pero está previsto que se revise a mediados de mes y se pueda retrasar de acuerdo con los datos epidemiológicos. En las regiones catalogadas como zona amarilla -o con bajas restricciones- se reabrieron los bares y restaurantes para comer y cenar, pero solo al aire libre, así como cines y teatros, con medidas de distanciamiento y aforos limitados, mientras que regresaron a las clases presenciales casi todos los alumnos de la enseñanza secundaria y de las universidades.
ALEMANIA. Ya el próximo fin de semana los hoteles y restaurantes en Schleswig-Holstein podrán abrir sus puertas a turistas que esten vacunados, que hayan superado la enfermedad o que presenten un test negativo. Esa apertura depende de que la incidencia semanal se mantenga por debajo de los 100 contagios por 100.000 habitantes y en lugares donde se supere se dará marcha atrás.
DINAMARCA. Dinamarca inició a principios de abril su desescalada, apoyada en la buena situación epidemiológica que le permitió mantener controlado el contagio y esquivar la tercera ola gracias a una estrategia que combina el uso masivo de test, secuenciación de pruebas y un efectivo sistema de rastreo y aislamiento. Este país nórdico normalizó la enseñanza presencial en las escuelas, y parcialmente en institutos, además de reabrir cafés, restaurantes, cines, teatros, bibliotecas y locales de música y permitir el público en los estadios y el deporte aficionado en interiores, este bajo ciertas condiciones.
BÉLGICA. En Bélgica, dónde ya se superó el millón de contagios y casi un tercio de la población recibió ya al menos una dosis de la vacuna contra el Covid-19, el teletrabajo sigue siendo obligatorio pero entra este sábado en una nueva fase de desescalada con el fin del toque de queda y la apertura de las terrazas de bares y restaurantes, con un máximo de cuatro personas por mesa y hasta las 22:00.