26 jul. 2025

La ultraderecha, por primera vez en el Parlamento sueco

Demócratas de Suecia obtuvieron el 5,7% de los votos en las elecciones legislativas suecas, un resultado que les permite entrar por primera vez en el Parlamento y devolver protagonismo a la ultraderecha tras dos décadas.

AFP

ESTOCOLMO, SUECIA

La coalición de centroderecha saliente ganó las legislativas en Suecia, ayer, pero se quedó en las puertas de la mayoría absoluta en el Parlamento, en el que entra por primera vez la extrema derecha, según los resultados casi definitivos

La coalición del primer ministro, Frederik Reinfeldt, obtuvo el 49,2% y 173 escaños de los 349 del Riksdag, dos menos que los necesarios para la mayoría absoluta, tras el escrutinio del 98% de las circunscripciones. El bloque de izquierda, liderado por la socialdemócrata Mona Sahlin, logró por su parte el 43,6% de los votos y 156 escaños.

El partido de extrema derecha Demócratas de Suecia (SD), dirigido por el joven Jimmie Aakesson, superó ampliamente el 4% necesario para entrar en el Parlamento, con el 5,8% de los votos y 20 escaños.

SIN PACTO. Tanto los conservadores tradicionales como la izquierda han asegurado que no pactarán con la extrema derecha, a la que el jefe de Gobierno tildó de “xenófoba y populista”.

Reinfeldt, que disponía de una mayoría de 178 escaños en la asamblea anterior, se topa ahora con la extrema derecha, que con sus 20 bancas ocupa una postura de bloqueo o de árbitro.

El jefe de Gobierno dijo que buscaría, si es necesario, el apoyo de los diputados verdes, miembros de la coalición de izquierda. De no lograrlo podría, como último recurso, convocar a nuevas elecciones, según los analistas.

Unos siete millones de electores estaban convocados a las urnas, para elegir a los 349 diputados del Parlamento.

Se trata de la primera vez en más de un siglo que un gobierno de derecha es reelegido, en un país en el que los socialdemócratas han dominado ampliamente la escena política.

POR PRIMERA VEZ. Es también la primera vez que la extrema derecha entra al Parlamento. El joven líder de 31 años de SD, Jimmie Aakesson, prometió no crear caos tras su entrada histórica al Legislativo. “No vamos a crear ningún problema. Tomaremos nuestras responsabilidades. Es mi promesa al pueblo sueco”, profirió ante sus partidarios y una multitud de fotógrafos. “Hoy hemos escrito la historia política. Es fantástico”, exclamó, mientras que sus seguidores cantaban, bailaban y vitoreaban su nombre.

Mona Shalin, quien con 53 años esperaba convertirse en la primera mujer jefe de Gobierno en Suecia, y se presentó como la guardiana del célebre estado de bienestar sueco, fracasó en su tentativa.

“Hemos perdido. No hemos sido capaces de recuperar la confianza” de los electores, dijo ante sus partidarios, algunos con lágrimas en los ojos.

“Ahora le corresponde a Fredrik Reinfeldt decir cómo prevé dirigir el país sin dejar ninguna influencia a los Demócratas de Suecia”, añadió.

Si el final de la campaña se centró sobre la economía y el futuro del modelo social, Reinfeldt y Sahlin insistieron sobre todo en la importancia de lograr una mayoría suficiente para contrarrestar el auge de la formación de extrema derecha. Los dos líderes rechazaron toda perspectiva de acuerdo con los SD, que quieren poner fin a la fuerte inmigración en Suecia (100.000 personas por año).

Los SD no han cesado de progresar en el seno del electorado sueco. En 1998 lograron solo el 0,37% de los votos. En 2006 ya obtuvieron un 2,9%.