A través de su cuenta de Twitter, Enrique Bacchetta había demostrado su incondicional apoyo al diputado con permiso Ulises Quintana, y de paso criticó la investigación del Ministerio Público.
Su solidaridad la exhibió con estas expresiones: “Fuerza querido Ulises, el cariño, afecto y confianza te lo ganaste caminando y trabajando duro, espero que pronto puedas recuperar tu libertad, deseo que tengas fuerza y fe, para poder enfrentar la injusticia que estás viviendo”.
Cabe recordar que el diputado colorado Ulises Quintana, del sector oficialista, es actualmente investigado por supuestos vínculos con el narcotráfico.
Como era de esperarse, el tuit del presidente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados despertó un verdadero tsunami de indignación de parte de diferentes gremios, tanto de jueces como abogados y fiscales, así como de la misma fiscala del caso, Lorena Ledesma. Los profesionales consideran que es una clara muestra de influencia política al interior de la Justicia y un indudable mensaje de amenaza contra las personas que procesen a políticos, y nada menos que de parte del titular del órgano que se encarga de juzgarlos cuando se presentan denuncias contra los operadores de Justicia.
Posteriormente, después de comprobar las críticas a sus opiniones expresadas en una red social, y por haber defendido al procesado Ulises Quintana y haber calificado de injusto el proceso de la Fiscalía, Bacchetta trató de disimular y en una entrevista posterior aseguró que no habrá injerencias, y que los fiscales pueden estar “tranquilos”.
No obstante, el titular del JEM persistió con sus cuestionamientos al proceso que lleva adelante el Ministerio Público en el caso, y nuevamente en su cuenta de Twitter dijo que fue mal interpretado y que se abstendría de entender en las causas contra la fiscala Lorena Ledesma.
El Jurado es un organismo extrapoder y está encargado de sancionar a los jueces y fiscales si incurren en un mal desempeño. Todavía está fresca en la memoria de los paraguayos uno de los mayores escándalos que envolvieron al Jurado de Enjuiciamiento cuando, a finales de 2017, audios divulgados involucraron al entonces presidente del órgano y ex senador Óscar González Daher, junto con políticos, ministros de la Corte Suprema de Justicia, jueces, fiscales y abogados.
Las grabaciones pusieron al descubierto la rosca que manejaba la Justicia; después de la salida de González Daher ocupó su lugar Cristian Kriskovich, y después de un año, el JEM volvió a ser encabezado por un senador con la designación de Enrique Bacchetta como nuevo presidente.
No necesitamos un nuevo Óscar González Daher. Ante la evidencia de sus errores, el actual titular del JEM debe renunciar, Con su inaceptable intromisión en el proceso de su correligionario ha perdido la confianza en su independencia. No más tráfico de influencias en la Justicia.