“El registro del matrimonio fue entregado en el ayuntamiento por un oficial de la Agencia sobre las 10.00 (1.00 GMT) de este martes”, confirmó a EFE un portavoz de la Agencia Imperial sobre la boda civil y sin formalismos de la ya ex princesa.
Al casarse con un plebeyo y como estipula la ley que rige la Casa Imperial japonesa, Mako abandona la familia imperial nipona y pasa a llamarse Mako Komuro.
Mako ha salido de su palacio de residencia poco después de las 10.00 de la hora local, vestida con un clásico vestido de color azul claro y collar de perlas, y ha sido despedida por sus padres, Fumihito y Kiko, los príncipes herederos Akishino, así como su hermana menor Kako.
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En unas horas Mako y su ya esposo Kei celebrarán una rueda de prensa ante los medios donde responderán por escrito a las preguntas de los periodistas que han sido entregadas por anticipado.
El enlace ha puesto de nuevo el foco en las constricciones que afectan a las mujeres en la familia imperial nipona, en la que los varones son los únicos que tienen derechos sucesorios al Trono de Crisantemo y que pueden casarse con plebeyas sin perder su estatus.
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El intenso escrutinio mediático y las críticas de determinados sectores sociales contra Mako y su esposo han causado, además, que la princesa padezca un síndrome de estrés postraumático, según anunció la Agencia Imperial a comienzos del mes.