El periódico, crítico hacia el gobierno del presidente Daniel Ortega, informó que la situación lo “obligó a tomar la dolorosa decisión para operar solo en la cantidad suficiente para continuar informando desde nuestro sitio web y garantizar la supervivencia de la empresa en medio de un ambiente hostil que nos ha impuesto la dictadura”.
La Policía Nacional allanó La Prensa el 13 de agosto pasado, para investigar una supuesta defraudación aduanera, lavado de dinero, bienes y activos, un día después de que el diario anunció la suspensión de su edición impresa debido a que el Gobierno mantiene retenido su papel.
“Nuestras instalaciones... permanecen tomadas, y no hay señales de que la dictadura tenga ánimos de regresarlas a sus dueños, nuestro gerente permanece detenido... y las cuentas de la empresa han sido congeladas”, detalló el diario. EFE