11 ago. 2025

La palabra ahogada

Hoy meditamos el evangelio según san Mateo 13, 18-23.

La parábola del sembrador fue denominada por el papa Francisco como “la madre” de todas las parábolas, porque nos habla de dos cosas esenciales: de la escucha de la Palabra Divina, y de cómo funciona el corazón de Dios, que esparce su semilla en todas las personas sin distinción (cfr. Ángelus, 12 de julio de 2020).

Como podemos notar, el Señor alerta sobre tres obstáculos que impiden el desarrollo armonioso de la semilla divina en nuestra alma: no entender, no tener raíz, vivir preocupado y seducido.

Primero, no entender. Evidentemente, Jesús no se refiere a la imposibilidad de abarcar los misterios divinos: por ejemplo, nunca entenderemos del todo la Santísima Trinidad. El Señor se refiere a la actitud interior. Si en nuestra vida falta la disposición a estudiar las cosas, a dedicar horas a conocer mejor la fe, a abrazar la fecundidad del silencio, difícilmente podremos dar el fruto esperado. Nos quedaremos en la superficialidad, en el ruido, en la ideología.

Segundo, no tener raíz. Es como el sueño que tuvo una vez san Josemaría: las personas que quieren ser santas, pero no tienen vida interior, van por el mundo inciertas, inseguras, como una persona que viaja en avión pero montada sobre las alas (cfr. Amigos de Dios, 18). Sin oración, sin la Eucaristía, sin sacramentos, sin piedad, no puede haber fruto.

Tercero, vivir preocupado y seducido. Tampoco los que queremos seguir a Cristo estamos exentos de la tentación de la vanidad, de la riqueza, del éxito, del lujo, del deseo de seguridad económica. Fácilmente podemos olvidar que el fruto de nuestro trabajo es para Dios, y que lo demás es polvo y ceniza.

Por eso, nada mejor que acudir al terreno fértil por excelencia: María Santísima. Ella, con su paciencia de Madre, podrá ir arrancando todo lo que en nuestra vida sea un estorbo para que la Palabra dé fruto. A veces dolerá, pero es necesario: no podemos olvidar que “si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo”

(Juan 12, 24).(https://opusdei.org/es-py/gospel/evangelio-feria-vi-decimosexta-semana-tiempo-ordinario/)