09 jun. 2025

La libreta de calificaciones

Aplausos y felicitaciones se merecen el Ministerio de Hacienda y todo el equipo humano que colaboró con la exitosa colocación, hace un par de semanas, de bonos de deuda soberana en el mercado internacional por valor de unos 500 millones de dólares. Con una tasa anual final menor a 3,85%, permitió la recompra de bonos que estaban a una tasa mayor y la extensión del plazo promedio de repago de la deuda externa.

El escenario financiero en las bolsas mundiales no era de los mejores, con tasas referenciales en alza e incertidumbre en los mercados por la probable contracción de la expansiva política monetaria de la Reserva Federal estadounidense. Sin embargo, la emisión logró un resultado incluso mejor de lo inicialmente estimado por los bancos que asesoraron a nuestro gobierno.

Las tasas que se logran por colocaciones en el mercado están íntimamente ligadas a las evaluaciones de las agencias internacionales de calificación. En estas evaluaciones, Paraguay está un escalón por debajo del denominado grado de inversión, que resultaría en una significativa reducción en la tasa de interés que debe pagar el país por su financiamiento en el mercado internacional.

Cuando nuestra deuda externa era relativamente pequeña, esta diferencia de tasa no tenía mayor impacto en el presupuesto de la nación, pero con los sucesivos incrementos en nuestro endeudamiento el servicio de la deuda va tomando mayor trascendencia. Con esta última emisión, el saldo de bonos internacionales orilla los 6.000 millones de dólares, y una reducción de tasas de 1% anual, una vez aplicada a la total de la deuda, representaría un ahorro de unos 60 millones de dólares anuales en intereses.

¿Qué impide que logremos el ansiado grado de inversión? Los informes de las agencias evaluadoras son como libretas de calificaciones: Dan una nota, y en las observaciones detallan los aspectos que permitirían un mejor resultado. En este sentido, el informe de Fitch, que calificó esta última emisión, es ilustrativo.

Enumera Fitch debilidades que castigaron nuestra nota, entre ellas los Indicadores Mundiales de Gobernanza publicados por el Banco Mundial. Estos indicadores se refieren a aspectos como estado de derecho, estabilidad política, control de la corrupción, y calidad institucional y de regulaciones. El Paraguay no sale nada bien ubicado en estas valoraciones por el Banco.

Esto no es sorpresa. Los titulares de los medios nos recuerdan a diario las falencias que tenemos en todas estas áreas, pero lamentablemente no se ven acciones contundentes de los responsables de la conducción del país para remediar la situación, que podrían incidir favorablemente en nuestro perfil internacional.

Nuestras autoridades monetarias se empeñan para equilibrar las finanzas públicas y presentar la mejor imagen del país a los mercados internacionales. Sin embargo, poco pueden avanzar cuando va ganando notoriedad la infiltración de la delincuencia y del narcotráfico dentro de los estamentos políticos y policiales, y un dispendioso legislativo no tiene reparos en aumentar el déficit fiscal con gastos superfluos y contrataciones de operadores políticos.

Las evaluaciones de las calificadoras se enfocan menos en las coyunturas del presente que en las perspectivas a mediano y largo plazo de que el país pagará en tiempo y forma las obligaciones contraídas. Por eso prima la importancia de mejorar los aspectos institucionales y la calidad de la gobernanza. Los proyectos de leyes de reforma del Estado serían pasos importantes en este sentido, pero lamentablemente duermen en los pasillos del gobierno.

Para lograr mejores tasas para nuestros bonos, es necesario un mayor compromiso de gobernantes y toda la ciudadanía para enmendar rumbos. Y, sobre todo, extirpar los males que manchan nuestras libretas de calificaciones.