07 may. 2025

La independencia del JEM está nuevamente en entredicho

Con la presidencia del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) a cargo del senador Hernán Rivas, la independencia de la institución está nuevamente en entredicho. Por sobre su consabida falta de idoneidad para estar al frente del JEM, el actual titular de la institución muestra con sus expresiones una situación más grave, peligrosas señales de sometimiento al presidente de su partido que le restan autonomía. Su designación definitivamente es una afrenta a los que hacen bien su trabajo en el sistema de Justicia.

El Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) es un órgano extrapoder que a lo largo de los años de su funcionamiento fue blanco de cuestionamientos por las injerencias políticas, los abusos de poder y malos manejos. La institución, cuyos integrantes tienen la tarea de juzgar a jueces y fiscales, de la que menos goza es de credibilidad, que es fundamental en el tratamiento de las denuncias contra los magistrados.

Durante la presidencia del ex senador Óscar González Daher, el tráfico de influencias era el pan de cada día en el JEM. El político luqueño utilizaba a jueces y fiscales para sus intereses personales y de amigos a cambio de favores. Los audios revelaron como los operadores de Justicia se ponían a disposición de OGD y de su clan. Este nefasto antecedente sumió al JEM en un descrédito total, por lo cual los integrantes posteriores de esta entidad tenían un gran desafío para poder restaurar una mínima confianza en la institución.

OGD fue declarado significativamente corrupto por EEUU y, posteriormente, otro miembro del JEM al momento de la sanción y ex presidente de esta institución, Jorge Bogarín Alfonso, fue declarado de igual manera por aquel “por interferir en procesos judiciales para su beneficio personal y socavar la independencia del Poder Judicial”.

Y esta independencia es la que con los años no se puede sostener ya que nuevamente hoy con la presidencia del senador Hernán Rivas ella está otra vez en un grave entredicho. Tras ser electo titular del JEM dijo adorar a Horacio Cartes, presidente del Partido Colorado y ex presidente de la República, quien maneja los hilos del poder. Este tipo de declaraciones demuestran, por un lado, la falta de cintura política del senador y, lo que es más grave, una señal explícita de subordinación a quien detenta el mando.

Un presidente del Jurado debe tener prudencia y tino a la hora de hacer declaraciones por todo lo que significa la institución, ya que a merced de esta se encuentran el presente y el futuro de jueces y fiscales. No debe exponer tantas flaquezas, como se ven con notoriedad.

El senador Rivas no tiene experiencia como abogado. Ya en junio del 2020 cuando era diputado y se lo nombró como representante de la Cámara Baja en el JEM, él admitía que nunca ejerció la abogacía. Este año antes de volver a ser miembro dijo que no es impedimento no haber ejercido el Derecho.

El problema es cómo una persona que nunca trabajó con los expedientes judiciales podrá interpretar las resoluciones o el contenido jurídico, es decir, aplicar la hermenéutica jurídica. ¿Cómo podrá aplicar así justas decisiones? El propio Colegio de Abogados pidió su dimisión por su falta de capacidad técnica y ética para juzgar a los jueces y fiscales.

Aparte de su falta de idoneidad para el cargo en el JEM, ya que ni siquiera puede hilvanar adecuadamente ideas o realizar una lectura clara, tiene demandas judiciales por cobro de guaraníes que también ponen en una situación incómoda a jueces que tramitan estos expedientes del aludido parlamentario, atendiendo su rol actual.

Definitivamente, cuando el responsable de un ente que debe tutelar la independencia del Poder Judicial muestra expresiones de sometimiento al presidente de un partido le quitan autonomía, sin experiencia como profesional del Derecho y con escasa formación académica jurídica, es una afrenta a la institucionalidad y al sistema de justicia.

Finalmente, resta esperar que los demás integrantes del Jurado emitan sus votos en estricta justicia y que no estén influenciados por factores exógenos que tanto daño hacen al JEM y a la República.