23 abr. 2024

La Iglesia instala mesa solidaria de diálogo para recuperar a plagiados

El sacerdote Pablo Cáceres fue designado para mediar como referente y facilitador, con acuerdo de la Santa Sede. Informó que ya tuvo una primera reunión con la líder del EPP, Carmen Villalba.

La Iglesia Católica instaló oficialmente ayer una mesa de solidaridad e informaciones para con los familiares de los secuestrados por grupos armados que operan en el Norte del país, a fin de cooperar en la recuperación de los tres conciudadanos del Departamento de Concepción.

En conferencia de prensa realizada en la iglesia Catedral de Concepción, el obispo diocesano monseñor Miguel Ángel Cabello presentó el objetivo de la mesa de solidaridad y anunció que el sacerdote designado por la Iglesia y que tiene el acuerdo de la Santa Sede es el padre Pablo Cáceres.

“Lanzamos esta iniciativa pacífica de diálogo y comunicación con el fin de encontrar y recuperar a nuestros hermanos Félix Urbieta, Edelio Morínigo y Óscar Denis, que se encuentran privados de su libertad de manera injusta y violentamente”, señaló.

Además, explicó que el padre Pablo Cáceres fue designado como referente y facilitador con el acuerdo de la Santa Sede.

En ese sentido, invitó a la ciudadanía a unirse a la loable tarea que inicia la Iglesia en busca de recuperar de manera pacífica, sanos y salvos a los secuestrados.

También exhortó a los captores de Denis, Urbieta y Morínigo que por un sentido humanitario y de caridad los devuelvan de inmediato a sus hogares, con sus familias.

CONVERSACIÓN. Por su parte, el padre Pablo Cáceres explicó el alcance de su trabajo y comentó que ya tuvo una primera conversación con Carmen Villalba, líder del EPP, pero que esta no brindó ninguna colaboración para saber algo del paradero de los secuestrados.

El sacerdote Cáceres informó que en su primer contacto con Carmen Villalba lograron hablar de varios problemas que genera a la comunidad norteña la permanencia de un grupo armado en la zona. “Yo fui a visitarla, me recibió y conversamos, intercambiamos posturas, pero no aportó a favor de nuestro objetivo”, señaló Cáceres.

Indicó que, tras una hora de diálogo, Villalba le dijo que le puede visitar cuando quiera, ya que tiene buena referencia de él por intermedio de su hermano José.

“Primeramente me dijo muchas cosas respecto a su postura y a la de la Iglesia, que cree que se acomoda con el gobierno de turno; luego me tocó a mí darle mi argumento, pero lo más importante es que seguiremos hablando”, señaló el cura.

Finalmente, el sacerdote pidió que se le tenga confianza, que bajo ningún sentido actuará como soplón o delator (jaguareato).

Los familiares de los tres secuestrados estuvieron presentes, a más del monseñor Adalberto Martínez, de la Conferencia Episcopal Paraguaya. Sin embargo, no dieron entrevista a los medios de prensa.