La firma del acuerdo de Asociación Birregional entre el Mercosur y la Unión europea (EU), cuya negociación culminó en julio de 2019, se torna cada vez más distante. Para el Parlamento Europeo, según la resolución del 20 de octubre pasado, “...no puede ratificarse el acuerdo UE-Mercosur en su forma actual, ya que, entre otras cosas, no garantiza la protección de la biodiversidad, en particular en la Amazonia, ni aporta garantías en cuanto a las normas agrícolas”.
Pero este punto, según el embajador Raúl Cano Ricciardi, viceministro de Asuntos Económicos e Integración del Ministerio de Relaciones Exteriores, se allanará mediante un documento adjunto que contendrá un compromiso de ambas partes, Mercosur y la UE, sobre los temas de carácter ambiental.
“Se está trabajando ese documento adjunto al acuerdo, puntualmente sobre un compromiso de ambas partes, ambicioso y equilibrado, en términos medioambientales”, dijo. Y en la reunión que el canciller nacional, Euclides Acevedo, mantuvo el 28 de octubre en la sede de la Unión Europea (Bruselas) con el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrel, acordaron que durante la presidencia protémpore del Mercosur que corresponderá a Paraguay en el primer semestre del 2022, “se va a trabajar para la conclusión del acuerdo y la negociación del documento adjunto”.
La firma del acuerdo birregional entre ambos bloques políticamente también deberá aguardar que se lleven adelante las elecciones presidenciales en Francia, en abril de 2022, y en el Brasil, en octubre del mismo año.
El actual Gobierno francés rechaza firmar el acuerdo Mercosur-UE en su estado actual, porque considera que la deforestación en la región sudamericana, sobre todo en la Amazonia, es “un problema mayor” y plantea una serie de exigencias sobre el tema medioambiental. Por el lado brasileño, el presidente Jair Bolsonaro niega esta acusación y critica a los países extranjeros por querer inmiscuir en la política ambiental de su país.