Entre enero y octubre pasado, la faena de ganado en los frigoríficos alcanzó 1.476.426 cabezas, por debajo de los 1.563.125 animales sacrificados en el mismo periodo del año pasado.
Si bien el acumulado arroja una cifra negativa, también se observa que en el décimo mes se sacrificaron 164.310 animales, que significa un aumento de 34% con relación a octubre del 2018, según el informe de la Comisión de la Carne, de la Asociación Rural del Paraguay (ARP).
El representante de este gremio había manifestado que las empresas están faenando entre el 50% y 60% de su capacidad, situación que también preocupa a la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Carne.
Sin embargo, para los frigoríficos estos números no significan necesariamente una crisis.
El vicepresidente de la Cámara Paraguaya de Carnes, Juan Carlos Pettengill, afirmó que si se tienen en cuenta los datos del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), se observa que el 60% de los animales faenados son machos, lo que quiere decir que se están reteniendo hembras para convertirlas en vientres y aumentar así el hato ganadero el próximo año.
Explicó que esto repercutirá en una mayor faena, que a su vez significa que más toneladas se podrán exportar.
PRECIOS. Dentro de los diez primeros meses del año, se registra un promedio de USD 4.353 que pagó Chile por cada tonelada. Este mercado representa el 33% de las exportaciones, le sigue Rusia, que gastó USD 3.279 e Israel con USD 5.065 por tonelada.
El país que mejor pagó por la carne paraguaya es Suiza por más de USD 9.600, mientras que la Unión Europea llegó a un promedio de USD 6.836. En esta zona, los precios fueron bajando porque Argentina acaparó con sus productos que fueron sobrando de sus exportaciones a China.
Según el presidente de Senacsa, José Carlos Martin, Paraguay exporta el 75% de la carne que produce y es el tercer país que depende de este rubro.