Marisol Ramírez
Ponerse en forma siendo adulto mayor, ¿es posible? Las inspiradoras Ernestine Shepherd (83), de Baltimore, una de las culturistas femeninas más longevas del mundo, y Joan MacDonald (73), una mujer que venció la depresión y se volvió influencer por su cambio drástico de vida y apariencia, son importantes ejemplos de que sí se puede.
“La práctica regular de ejercicios físicos, está recomendada en todas las edades de las personas, incluido en aquellas que llegan a edades avanzadas, sin importar que sean 70, 80, 90 años”, explica el geriatra Édgar Aguilera. “Es solo un mito que no puedan hacerlo y deban perder la buena figura”, agrega. Aguilera recomienda que antes de iniciar un programa de ejercicios o actividad física se lleve a cabo un chequeo médico completo con el médico geriatra o el de cabecera, para determinar las condiciones actuales, y hasta qué nivel de prácticas se puede llegar. Para el profesional, los beneficios de la realización y buen cumplimiento de un programa regular de actividad física van desde el buen funcionamiento orgánico, hasta y sobre todo, del aparato cardio vascular, lo cual resulta en la mejora de la función inmunológica, optimizando las defensas del organismo frente a los agentes infecciosos. “Hoy es fundamental por la pandemia que estamos viviendo”, enfatiza. perseverancia Es una realidad que sí se puede tener un cuerpo musculado y fuerte pasados los 60 años, pero hay un factor importante: La paciencia y la perseverancia, pues toma más tiempo recobrar y desarrollar la fortaleza. “Se trabaja un poco más duro y por un poco más de tiempo”, explica July Morínigo, entrenadora personal y agrega que si recibe a una persona mayor de 60 años que lee dice que quiere ser la próxima Joan Mac Donald, le diría que se piense a largo plazo. “Le pediría sus últimos chequeos médicos para saber de los problemas de salud que tenga, y le avisaría que debe tener un cambio radical en las comidas para generar músculos. Además, le diría que debe ser constante en el entrenamiento y dieta, y que trabajaremos codo a codo con el geriatra”, describe Morínigo. Una vez que la persona tenga sus valores, y sepa si hay patologías como diabetes, artritis, presión alta, etc, la médica planea en conjunto un entrenamiento gradual de musculación. “Es importante que siempre tenga un calzado con buena suspensión”, especifica la entrenadora. ¿Y LAS PATOLOGíAS? Para Morínigo es posible recuperar músculos atrofiados y superar limitaciones como problemas de colesterol, kilos de más, mediante una alimentación y ejercicio gradual. “El cuerpo es capaz de repararse a cualquier edad, siempre que el daño no haya llegado a afectar del todo su funcionamiento”, puntualiza. ASPECTO SICOLÓGICO Para la sicóloga clínica Ana España es importante la motivación para sentirse saludable. “Pues ese motivo de buscar el estilo de vida saludable es el que reforzará las conductas”, expresa. Aunque, agrega que “estos casos son más comúnmente vistos en personas que siempre sintieron un gusto por hacer ejercicio, también se puede dar en alguien que nunca lo hizo”, señaló.
Tener más de 60 no es una excusa para no estar en forma. Expertos confirman que es posible tener un cuerpo soñado con alimentación y ejercicios correctos.
La nutrición es el 70%
La dieta es un 70% relevante a la hora de ponerse en forma, y es específica para un adulto mayor, comenta el licenciado Pablo Zena, nutricionista y entrenador personal. “Aunque parezca poco ese 30%, ese porcentaje de trabajo es lo que hace tomar conciencia del cuerpo, y es un motor de arranque para mantener el cambio. En general, la calidad de vida del adulto mayor es mejor con ejercicio y buena alimentación”, considera.
“El plan alimenticio, se divide en las ingestas diarias, de entre 5 a 6 comidas diarias, cuidando en especial el aporte de proteínas de alto valor biológico de acuerdo al objetivo del paciente que sería aumento de masa muscular. Se prefieren proteínas de fácil digestión ya que en pacientes de tercera edad, y muchos cuentan con limitaciones en la dentadura”, detalla.