La dura política monetaria adoptada por las autoridades argentinas tras la crisis financiera del año pasado está dando resultados y permitió un respiro en el tipo de cambio, aunque los economistas coinciden en que la calma se irá agotando a medida que se acerquen las elecciones.
Después de meses en los que el peso perdió la mitad de su valor y se temió que una devaluación mayor hiciese entrar al país en default, el dólar cotiza incluso por debajo de los valores considerados adecuados en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), por lo que el Banco Central (BCRA) llegó a intervenir comprando reservas para elevar el tipo de cambio.
El economista Víctor Beker tiene claro que el motivo de ese renovado interés por los activos argentinos son los altísimos tipos de interés, por encima del 50%, que hacen que los inversores apuesten por ahora a la tasa de interés porque es una renta fabulosa. “Creo que no hay actividad económica, salvo el narcotráfico, que pueda competir con esa rentabilidad”, explica Beker.
El BCRA intervino desde enero en varias ocasiones, y es que su preocupación no es solamente que se dispare el tipo de cambio, sino que se estanque en medio de la alta inflación, porque la experiencia es que los atrasos cambiarios se recuperan en un par de días, pero a costa de devaluaciones enormes, como la del 2018. En agosto, el presidente Mauricio Macri tuvo que solicitar un adelanto de los fondos del FMI por una nueva fuga de activos, lo que forzó al BCRA a poner en marcha en octubre una estricta política de congelamiento de la base monetaria y disparó los tipos de interés.
Aunque esta medida logró contener el desplome del peso, Beker advierte que no existe en ninguna parte del mundo ni hay ninguna economía que pueda sostenerlo, porque asfixia a la economía real, en un contexto en el que el PIB ya se encuentra en recesión. “El apretón monetario logrará que la pax cambiaria del cuarto trimestre del 2018, siga este primer semestre del 2019. Sin embargo, la volatilidad volvería desde junio por la usual dolarización preelectoral”, pronosticó.