19 abr. 2024

La destrucción del patrimonio urbanístico asunceno

Susana Oviedo – soviedo@uhora.com.py

El incendio del añejo ex Cine Victoria, ubicado en pleno microcentro asunceno, y la reacción de la ciudadanía y de las autoridades permiten resaltar algunas actitudes tan comunes en la sociedad paraguaya.

Una, la de reaccionar siempre después de… El movilizarse en el “posalgo”. Dos, valorar el patrimonio histórico, cultural, edilicio, etc., normalmente solo cuando se ve destruirse abruptamente, y tres, la costumbre de comenzar siempre todo de cero.

Cada nueva administración, cada nuevo intendente, cada nuevo gobernador, cada nuevo presidente y gabinete inicia su tarea como si todo empezara con ellos y desconociendo por completo lo rescatable que hayan hecho sus antecesores.

Agregaría la desmemoria colectiva, que quizá sea una consecuencia de la falta de continuidad de las políticas públicas. Durante la administración municipal de Asunción, con Evanhy de Gallegos como intendenta (2006-2010), hubo un intento de revitalizar el centro histórico mediante un plan en el que se involucró a los locatarios de esta área y que, básicamente, consistía en que estos pusieran los materiales y la Municipalidad el trabajo de restauración a cargo de los alumnos de la Escuela Taller, quienes, a su vez, cumplirían con las horas de práctica que precisaban.

Se llegaron a arreglar poco más de 10 casas entonces, pese a que la propuesta llegó a más de 100 propietarios.

El emblemático Cine Victoria lleva décadas abandonado. Todos los días, miles de personas pasan frente a este edificio. Pero no fue sino hasta ahora que se incendió que surgen muchas voces, incluyendo las de algunas autoridades que podían haber hecho algo al respecto hace mucho tiempo. Se escuchan ideas sobre lo que podría ser un lugar así, en términos de patrimonio histórico y cultural de Asunción, si se invirtiera en su puesta en valor.

Si los intendentes que vinieron después de Evanhy hubieran proseguido y perfeccionado aquel intento de revitalizar el microcentro, hoy el caso histórico de la ciudad no estaría con tantos inmuebles antiguos en estado deplorable ni tendría el estado de dejadez y tristeza que configura su imagen actual, totalmente a contramano de los esfuerzos de mostrar un rostro amigable de la capital paraguaya y de atraer inversiones extranjeras.

Como ocurre en todas las áreas de la administración del Estado, hay un problema de gestión de lo público tal que las instituciones ni siquiera están en condiciones de hacer cumplir las normas que existen. Algunas muy antiguas, pero aún vigentes.

Como la Ordenanza Municipal 35/96 “De Protección del Patrimonio Urbanístico”, que aprueba un catálogo de 669 edificios y sitios de valor patrimonial de Asunción, de los cuales seguramente muchos ya no existen.

También está la Ordenanza 28/96 “De protección del patrimonio urbanístico, arquitectónico, histórico y artístico de la ciudad de Asunción” que establece incentivos como la exoneración del impuesto inmobiliario y tasas especiales para apoyar a los propietarios al mantenimiento de los edificios catalogados como patrimoniales. Además existe la Ley 5621/16 “De Protección del Patrimonio Cultural” que establece una excepción tributaria para los bienes patrimoniales sean inmuebles, muebles, materiales e inmateriales, ambientales y construidos.

El marco jurídico está, quizá solo haya que actualizarlo. Lo que falta es gestión para intervenir en el problema hasta resolverlo. Es decir, poner a andar el mecanismo para rescatar edificios como el ex Cine Victoria mediante una alianza público-privada que funciona muy bien en otros países para acciones como estas. Pero también está pendiente reequilibrar los valores fiscales en el centro histórico asunceno, que sigue siendo la zona más cara y es la razón que señalan los propietarios de edificios para justificar el no mantenimiento de sus inmuebles.

¿Cuántos edificios más hay que dejar destruirse para reaccionar?

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