Si bien los frigoríficos tienen contratos firmados para las próximas dos semanas, el volumen representa todavía alrededor del 50% de lo que se acordaba con los importadores chilenos en mayo y junio de años anteriores. Sin embargo, estos síntomas de leve reactivación se ven nuevamente amenazados por la cuarentena total de las 32 comunas de Gran Santiago.
“Esto afectaría a las compras y ese impacto se sentirá de vuelta en dos o tres semanas”, dijo la CPC.
Otro factor que preocupa al gremio que aglomera a los frigoríficos es que la devaluación del real y la reducción de la demanda en otros países hacen que la industria brasileña compita agresivamente con la paraguaya en el mercado chileno.
Entre enero y marzo Chile compró en promedio 6.800 toneladas de proteína roja, pero en abril el volumen cayó a menos de 3.000 toneladas como efecto de la pandemia.