09 sept. 2025

La casta que reventará el presupuesto

Por Alfredo Boccia Paz – galiboc@tigo.com.py

Tal como ocurrió con la Ley del Fonacide, el proyecto para transparentar la matriz salarial del Estado fue astutamente aprovechado por los encargados de administrar el presupuesto. Aunque Humberto Peralta, ministro de la Función Pública, haya preferido evitar la creación de un nuevo frente, bien podría haberse reafirmado en sus dichos. Lo vergonzoso es la supuesta indignación de la Cámara de Diputados, una de las instituciones con mayor protagonismo en esta estafa a la ciudadanía.

Durante años la casta de funcionarios públicos de instituciones con posibilidades de interpretar a su favor la distribución del presupuesto logró llenarse de ayudas, gratificaciones y bonificaciones de todo tipo haciendo que su sueldo nominal se triplique o cuadruplique a fin de mes. El “sinceramiento” salarial que el Gobierno inició con los niveles superiores, pero pretende incluir a todo el funcionariado, incorporó como beneficios adquiridos esos privilegios obtenidos a través de artilugios burocráticos.

Esto es injusto, pues favorece solo a poco más de 20.000 personas sin cumplir el objetivo propuesto de atraer a la administración pública a profesionales competentes en niveles gerenciales. Se quedan los mismos a hacer lo mismo, en detrimento de la inmensa mayoría de funcionarios públicos. Y si la comparación se hace con esa mitad de la población paraguaya, que vive con menos de 500.000 guaraníes mensuales se vuelve obscena.

Lo que el Ministerio de Hacienda no explica es cómo se pagarán estos aumentos sin reventar el presupuesto. Fíjese que esos funcionarios que ganaban nominalmente, por poner un ejemplo, 5 millones de guaraníes, cobraban, con los beneficios, tres o cuatro veces más. Pero el aguinaldo y las horas extras les eran calculados con base en el sueldo nominal. A partir de ahora su salario base es de 15 o 20 millones y ese será el monto de su aguinaldo. Y también el monto sobre el que se aplicarán las remuneraciones extraordinarias.

Y esto no es todo. Estos salarios se multiplicarán en el futuro. Cuando estos funcionarios sean cambiados por un nuevo Gobierno se quedarán con su hipertrofiado sueldo nominal, que será el mismo que recibirá su reemplazante.

Para afrontar esta sangría, al Gobierno solo le quedarán dos caminos. Aumentar los impuestos y reducir el gasto social. Todo esto lo pagará usted. Es decir, usted y los miles de compatriotas que no encontrarán médicos ni medicamentos en los centros de salud y que seguirán enviando a sus hijos a escuelas ruinosas. Eso, para no hablar de un futuro algo más lejano: el déficit insostenible de las cajas de jubilaciones.

Tal como está, la bien intencionada nueva matriz salarial es una estafa a la ciudadanía. Esa no era la idea. Eso hay que cambiarlo.