Mañana, a las 11.00, iniciará la nueva ronda de negociaciones entre la ANDE y Eletrobras para establecer los niveles de contratación de potencia de Itaipú, correspondiente al 2019. Luis Villordo, presidente de la empresa paraguaya, viajará en compañía de Ubaldo Fernández, gerente técnico. Anunció que se tratará del punto de partida para reiniciar las conversaciones con la compañía brasileña. Cuando asumió, el funcionario aseveró que el acuerdo del 2007 (que daba preferencias a la ANDE en la adquisición de la energía excedente) tiene que seguir vigente hasta el 2023, por lo que nuestro país planteará retener algunos de sus puntos
Por el otro lado, Eletrobras recurrirá a los mismos puntos que ya presentó en abril pasado. En aquella oportunidad, la Embajada de Brasil en Paraguay remitió, a la Cancillería local, su propuesta sobre lo que se tenía que discutir y semanas después ya fijó los niveles de contratación para la ANDE. Esta propuesta formalizó con la polémica firma del acta bilateral, el 24 de mayo.
No será extraño que las autoridades brasileñas vuelvan a insistir con sus pedidos, mas aún si se tiene en cuenta que la propia Itamaraty, en conjunción con el Ministerio de Minas y Energía; emitió un comunicado en el que ratificó que las negociaciones y el acta fueron justas, pues buscaban un convenio equilibrado entre ambos países, sobre todo en la contratación de potencia garantizada (más cara).
La Nación vecina aseguró que se daba garantías a la represa para que cuente con los recursos necesarios para su operación y, en consecuencia, habrá estabilidad del suministro de electricidad a ambos países. De esa forma se, cumpliría con el Artículo XIII del Tratado de Itaipú, que establece que los países se comprometen a contratar toda la producción de la binacional, afirmó la Cancillería brasileña.
Wilson Ferreira Junior, presidente de Eletrobras, fue el último en sumarse al debate y aseguró que el acuerdo firmado este año fue objeto de uso político por los sectores opositores al Gobierno de Mario Abdo Benítez y por eso se terminó anulando.
ESTRATEGIA PARAGUAYA. Villordo no quiso adelantar cuál será la postura de la ANDE, pero mencionó que la posibilidad de fijar un plazo de contratación hasta el 2022, como querían los brasileños, ya no sería posible.
Si se analizan los números históricos, a la estatal le conviene mantener el pacto del 2007, pues la preferencia en el uso de los excedentes le ha generado un ahorro de USD 2.800 millones desde el 2003. Hasta el 2002, los excedentes no tenían precio y para el siguiente año se decidió comercializarlos con un valor de USD 6 el MWh.
Solamente, en el 2018, la ANDE ahorró aproximadamente USD 150 millones en la compra de energía, pues al hacer un mix más conveniente de la potencia contratada (más cara), que no aumentó desde el 2016, y los excedentes más baratos; logró sacar un precio promedio de USD 26,2 el megavatio hora (MWh).
Brasil, en aquel momento gobernado por Luiz Inácio Lula da Silva, aceptó darle los beneficios a la empresa paraguaya para la energía adicional (excedentes), pues fue parte de un canje para comercializar dos turbinas más en la central de Itaipú (pasó de 16 a 18) y así aumentar la producción. Vale recordar que el sistema brasileño lleva casi el 90% de toda la generación de la usina y así abastece al 15% de su territorio. Paraguay adquiere el 11% de la generación, pero alimenta al 90% del país.
¿PROPUESTA FERREIRA? Hay incertidumbre sobre si la nueva administración de la ANDE mantendrá la postura de Pedro Ferreira. Acerca de la posible venta de la energía al mercado brasileño, Villordo enfatizó que la situación actual no permite hacer la comercialización.