Solo tres créditos destinados a la inversión para la producción forestal fueron desembolsados en los últimos 10 años. “Esto se debe a que es un sector que la banca no conoce mucho, entonces cuesta evaluar el riesgo crediticio”, explicó al respecto José Maciel, el presidente de la AFD, también conocida como banca de segundo piso.
El monto máximo para nuevos proyectos era de USD 500.000, mientras que para los que ya se encontraban en plena ejecución se extendía a USD 1 millón. Sin embargo, estos topes ahora fueron eliminados en un intento por potenciar los créditos para ProForestal.
En cuanto a la garantía, consistía en la hipoteca del terreno utilizado para el proyecto, pero como muchos propietarios los alquilaban para que otras personas realizaran el trabajo de forestación, no se podía cumplir con el requisito, entonces también fue eliminada esta exigencia y quedó a consideración de las Instituciones Financieras Intermediarias (IFIs) establecer una garantía.
“Dejamos eso a satisfacción de las financieras porque como banca de segundo piso no corremos el riesgo del cliente final, es la entidad financiera; entonces, si la entidad financiera ya hizo el análisis y ya tomó todos los recaudos suficientes para mitigar esos riesgos, nosotros aceptamos lo que la entidad financiera ha decidido”, detalló Maciel.
Sin embargo, sigue vigente la tasa de 5,75% para las entidades financieras, que a su vez le agregan alrededor de 3% para el cliente final. También permanecen los plazos de 7 años para la producción destinada a la obtención de leña y 12 años para la madera, con hasta 12 años de gracia.
Este periodo se explica por la larga espera del productor para el retorno económico de su inversión, atendiendo a que los árboles maduran luego de más de 5 a 10 años, dependiendo de la especie.
Las modificaciones que realizó la AFD responden además al compromiso de Paraguay con el Fondo Verde para el Clima, que tiene origen en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Se trata de un proyecto de cooperación no reembolsable de USD 50 millones y que obliga al país a destinarlos a proyectos ambientales.
Otros cambios. Maciel, adelantó que en este trabajo de mejorar la salida de créditos, a través de ProForestal, se está analizando extender los créditos para la producción de plantas frutales, yerbales y pasivos ambientales, que son las hectáreas de bosques que el sector agropecuario por ley está obligado a conservar.
la cifra
5,75
por ciento es la tasa que la AFD establece para entidades financieras, que suman 3% al usuario.