13 oct. 2025

La abundancia en lo pequeño

Hoy meditamos el Evangelio según San Mateo 5,17-19. El Señor ha venido a darles su plenitud a la ley y los profetas.

El Señor ha venido a traer la vida y a traerla en abundancia. Nos quiere felices y para eso desea que luchemos por ser fieles en lo pequeño.

La Cuaresma es un tiempo propicio para luchar por crecer en fidelidad al Señor.

Nos encontramos en el monte de las bienaventuranzas a orillas del lago de Genesaret y escuchamos parte del sermón de la montaña, que recoge San Mateo en su Evangelio.

Todo el paisaje habla de vida, de vida en abundancia.

Y en esa línea dice Jesús, como en sintonía con el paisaje que le rodea, a quienes le escuchaban:

“No penséis que he venido a abolir la ley o los profetas: no he venido a abolirlos, sino a darles su plenitud”.

En continuidad con el Antiguo Testamento, Jesús ha venido a traernos la vida plena. Quiere que seamos felices. Y cuánto más felices, mejor.

Sabe Jesús que solamente somos felices en la medida en que escuchamos, vivimos y difundimos su Palabra: el que cumpla y enseñe estos mandamientos será grande en el Reino de los Cielos.

Aquí, en la tierra, hay que vivir en lo pequeño. La pequeñez de ahora nos hará grandes en el Reino de los cielos. Pequeña es la santa hostia que recibimos en la comunión, y contiene la santa grandeza de Jesús.

Estos días de Cuaresma, mientras nos encaminamos a revivir la Pasión, la Muerte y la Resurrección del Señor Jesucristo, son una ocasión estupenda para meditar si avanzamos en fidelidad hacia el Señor. Así también, si damos importancia a los pequeños detalles, si afinamos y si volvemos en el camino por medio del arrepentimiento.

(Frases extractadas de https://opusdei.org/es-py/gospel/evangelio-feria-iv-tercera-semana-cuaresma/).