Cristian Kriskovich desafía y no piensa renunciar al Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados ni al Consejo de la Magistratura. Se resiste pese a que la mayoría de la Cámara de Senadores insta a que presente su renuncia ante la fuerte presión que le envuelve por la denuncia de acoso en la Universidad Católica.
“No voy a renunciar, y los argumentos voy a exponer el lunes en la sesión del Consejo de la Magistratura”, respondió ante la presión política.
El Ministerio de la Mujer tomó postura sobre el tema, y se alineó en el mismo sentido que la Cámara Alta.
Esta secretaría ofreció asesoramiento y acompañamiento a la joven denunciante.
Se trata de una alumna de la Universidad Católica, en donde Kriskovich ejercía el rol de docente.
En su descargo, el representante de las Universidad Católica ante el Consejo de la Magistratura y el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados señaló que los legisladores no tienen toda la información y que actuaron de manera sesgada. “Defiendo mi inocencia y la causa ya fue desestimada”, señaló.
Remarcó que la Constitución Nacional establece, que no se puede juzgar a una persona en casos fenecidos.
Alfredo Montanaro, abogado de Kriskovich, manifestó que el único estamento que puede sugerir la renuncia y retirarle la confianza es la Universidad Católica.
La denuncia de acoso fue desestimada por el Ministerio Público, que consideró que solo hubo galanteo por parte del profesor hacia su alumna.
El caso subió de tono luego de que el abogado de la estudiante, Martín Barga, apuntó que la jueza Lici Sánchez ordenó la captura de la joven y retiró la personería trabando la posibilidad de que pueda acceder a los detalles de la decisión. Acusó que la magistrada estaba bailando al compás de Kriskovich.
La orden de captura pesa en contra de la joven, debido a que no se presentó ante el juzgado. Hay una fuerte presión por parte de otros referentes que integran la instancia judicial.
