Su liberación se produjo de luego de que el Tribunal Constitucional (TC) acogiera un recurso en su favor. Según el fallo, la líder del partido Fuerza Popular (derecha populista) de 44 años e hija del ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000) deberá enfrentar en libertad las investigaciones en su contra.
En un país sacudido sin pausa por los escándalos de corrupción en la clase política, Keiko cumplía prisión preventiva desde el 31 de octubre de 2018 por supuestamente recibir aportes ilegales de la constructora brasileña Odebrecht para su campaña electoral en 2011.
Keiko se encuentra con un escenario político muy distinto al que había en Perú antes de su ingreso a prisión.
El presidente Martín Vizcarra disolvió el Congreso hace dos meses y convocó a nuevos comicios legislativos para el 26 de enero, en los que Fuerza Popular corre el riesgo de perder la amplia mayoría que obtuvo en 2016.
La prisión y la crisis que golpeó a su partido por el escándalo de Odebrecht debilitaron a Keiko, que afronta ahora el desafío de recomponer su partido de cara a esas elecciones y las presidenciales de 2021.
La familia Fujimori, de ascendencia japonesa, marcó la política peruana en las últimas tres décadas y tiene ahora el reto de unirse, pues Keiko rompió hace casi dos años con su hermano Kenji, de 39 años. Ambos se enfrentaron en una guerra fratricida por su ambición de tomar el sillón presidencial que su padre ocupó durante una década y que dejó en 2000 en medio de un escándalo de corrupción. AFP