La ciudadanía reveló su disgusto por el salvataje a los diputados colorados Ulises Quintana y Tomás Rivas, y el liberal Carlos Portillo, mientras que el embajador de los Estados Unidos en Paraguay, Lee McClenny, pidió que se escuche a la ciudadanía en la lucha contra la corrupción.
Al respecto, el diputado cartista Justo Zacarías dijo que si bien se debe escuchar al pueblo, el momento para hacerlo son las elecciones.
“Cómo uno le escucha al pueblo y cómo uno le interpreta al pueblo es posición de cada uno. El pueblo habla en las elecciones, ese es el momento en que realmente el pueblo dice lo que piensa, si el gobernante ha fallado en lo que ha hecho, el pueblo en la próxima no le dará su confianza”, puntualizó Zacarías.
El legislador manifestó que para eso existen leyes que determinan cómo se debe actuar. “Nosotros no podemos adivinar qué es lo que el pueblo quiere al respecto de esto o aquello, y también existe lo que se puede hacer conforme a la ley y los reglamentos. Yo puedo estar en desacuerdo personalmente con mucha gente, pero hay una ley que hay que cumplir. Paraguay hoy tiene siete millones de constitucionalistas, cuando realmente hay nueve nomás que interpretan la Constitución, y son los ministros de la Corte”, aseveró.
Mencionó que cuando existen mayorías y se toman determinaciones por conductos legales, como, según destacó, lo hizo la Cámara de Diputados, se debe respetar.
Por su parte, el diputado del movimiento Honor Colorado Walter Harms dijo que es una situación muy incómoda tener que convertirse en jueces de sus colegas y que en estos casos, es la Justicia la que debe actuar.
“Hay corporativismo, que uno como parte tiene que respetar, para mí es muy incómodo ser el juez de un colega. Por qué la Fiscalía no le metió preso o por qué le liberó el juez a Quintana si realmente está ligado con el narcotráfico. Por qué Carlos Portillo, si es cierto que cometió tráfico de influencia, los fiscales no le imputan”, cuestionó Harms.
Sin embargo, sobre Rivas, afirmó no estar de acuerdo con que haya cometido un ilícito.
Finalmente, sobre los diputados que votaron a favor de la pérdida de investidura, mencionó que actualmente no son bien vistos en la Cámara y que Ramón Romero Roa, el único colorado que no se alineó, es excluido hasta “del fútbol y los asados”.
“Los partidos minúsculos, que sabiendo que no tenían los votos, salen en las redes a hablar. En la Cámara ellos son como parias a partir de ahora porque todos somos compañeros, colegas, estamos todos juntos y que alguien saque provecho mediático, no da gusto”, contó.
“No podemos adivinar qué es lo que el pueblo quiere al respecto de esto o aquello. El pueblo habla en elecciones”. Justo Zacarías, diputado.
“Hay corporativismo, que uno como parte tiene que respetar, es muy incómodo ser el juez de un colega”. Walter Harms, diputado.