Moore, de 54 años, es considerada una de las mejores actrices de Hollywood, y no deja duda en su condición de favorita tras ganar el Globo de Oro, el Bafta y el premio del Sindicato de Actores de EEUU (SAG) por su papel de una brillante profesora de lingüística decidida a no rendirse ante los estragos del Alzheimer.
Su carrera no se detiene y es una de las intérpretes más hiperactivas, capaz de mezclar apariciones en superproducciones como la saga Los juegos del hambre o Seventh Son y de mantener el espíritu independiente y arriesgado en proyectos como Freeheld, un drama donde encarna a una lesbiana con un cáncer terminal.
Por su parte, Marion Cotillard (39) es la quinta persona en recibir dos o más nominaciones de actuación por un trabajo en un idioma que no es inglés. La francesa ya fue candidata como mejor actriz, y vencedora, por La vida en rosa (2007), donde encarnó a la cantante Edith Piaf.
Esta vez puja con el filme Dos días, una noche, y si se lleva el Oscar de nuevo, sería la primera actriz en conseguir dos premios por una interpretación en una lengua diferente al inglés.
Más nominadas. A su vez, Reese Witherspoon es candidata en esta categoría por segunda vez, y ya ganó la estatuilla dorada por Johnny & June: pasión y locura (2005). En Alma salvaje encarna a Cheryl, una mujer que decide recorrer a pie un trayecto muy largo, que le servirá de terapia para lidiar con una desgracia.
A sus 38 años, la artista dejó atrás la imagen delicada e inocente de las cintas románticas que la dieron a conocer, para abrazar proyectos mucho más delicados y exigentes.
La británica Felicity Jones (31) es la nominada más joven de esta categoría, aunque son muchos quienes consideran que pudo haber optado a la estatuilla anteriormente por su sorprendente labor en Like Crazy, el filme triunfador en la edición del 2011 de Sundance.
En La teoría del todo, Jones encarna a Jane Hawking, la mujer que se convirtió en la primera esposa de Stephen Hawking y que hizo frente junto a él a las consecuencias de la enfermedad que lo afectó.
Por último, Rosamund Pike (36), apoyada en el magnético personaje del superventas Gillian Flynn, en Perdida, da vida a una mujer cuya misteriosa desaparición provoca que el foco de la investigación se centre en su esposo.
Pike era uno de esos rostros conocidos gracias a su participación en cintas como Otro día para morir (2002) y Orgullo y prejuicio (2005), pero el espaldarazo definitivo de la crítica le llegó con su compleja composición en Perdida, a las órdenes del estadounidense David Fincher. EFE