La señora Mirtha Fernández Vda. de Gómez manifestó estar pasando por el peor momento de su vida luego de visitar en febrero pasado su inmueble de 672 m2 ubicado en Luque y encontrar en el lugar una infraestructura construida en casi toda la superficie. “En el terreno que con tanto sacrificio adquirí para heredarles a mis dos hijos”.
Explicó que tenía la intención de traspasar la titularidad del inmueble a nombre de sus hijos y por ese motivo dos años tras recuperarse de unas complicaciones de salud volvió al lugar para mostrarle a uno de sus progenitores el inmueble. “Casi me dio un infarto. No podía creer”, señaló.
El argumento. Asesorada por abogados envió un telegrama colacionado a Rakiura SA solicitando la inmediata desocupación del predio. Al no tener respuesta formal, Fernández recibió –dijo– el llamado de un abogado de la firma que señaló que aparentemente hubo una confusión en la ocupación del inmueble.
Lamentó que la empresa después de todo el perjuicio que le causó no intentase acercarse formalmente para solucionar el problema y que ofrezca dinero muy por debajo del valor real del inmueble individualizado con la Cta. Cte. Ctral. N° 27-3095-07 del Distrito de Luque, Finca Matriz N° 158, ubicada en la Fracción San Isidro.
Asimismo, criticó la inacción del fiscal que atiende la causa, Ígor Cáceres, pues nada se ha conseguido ante la aparente ocupación ilegítima de Rakiura. Fernández afirmó en su denuncia ante el Ministerio Público que la firma obró en forma consciente, alevosa e intencional. Con llantos dijo que el ahorro de toda su vida se le arrebató y que debido a esto está siguiendo tratamiento sicológico por todo el estrés que le genera la situación. “No sé porque me tienen así”.
ÚH se contactó con responsables de comunicación de Rakiura desde el sábado y argumentaron que en las cuestiones legales son los abogados de la firma los voceros. Enrique Duarte dijo que uno de los asesores legales se pondría en contacto con el diario para dar a conocer la versión de la empresa, hasta ayer seguían sin devolver las llamadas.