31 may. 2025

Juan Pablo II, El Grande, es beatificado hoy en San Pedro

Miles de peregrinos invaden hoy la Plaza de San Pedro para participar de la beatificación del papa Juan Pablo II, uno de los pontífices más queridos en toda la historia de la Iglesia Católica romana.

papbeat

REUTERS, EFE y AFP

CIUDAD DEL VATICANO

Decenas de miles de personas de todo el mundo llegaron a Roma desde hace días para la beatificación hoy del Papa Juan Pablo II, 6 años después de su muerte.

“Es como si él estuviera aquí", dijo Enzo Arzellino, quien viajó toda la noche en autobús desde el sur de Italia con su congregación para asistir a la beatificación.

Ayer, grupos de peregrinos, muchos procedentes de Polonia, país natal del Papa, se agolparon en la Plaza de San Pedro portando banderas nacionales y cantando canciones. “Para la gente él es realmente un santo. Esto es un paso más para el reconocimiento oficial de la Iglesia”, dijo Arzellino.

La Plaza de San Pedro, donde tendrá lugar la beatificación, fue adornada con retratos del pontífice y con 27 estandartes con fotos que reflejan eventos de cada año de su pontificado.

Roma ha quedado envuelta en la fiebre de la beatificación. La ciudad está decorada con pósters del Papa en autobuses, taxis y farolas, ya que espera una de las mayores aglomeraciones desde su funeral en el 2005, cuando acudieron millones de personas.

El cardenal Stanislaw Dziwisz, quien fue durante décadas el secretario personal del Papa, dijo que estaba emocionado por el número de jóvenes que estaban ya agolpados en la plaza, 24 horas antes de la beatificación. “Qué maravilloso. Mira, igual que vinieron el día de su muerte, esta vez ellos vienen para disfrutar de su ascenso. Él deja de estar en la tumba. La tumba se ha quedado vacía porque él está aquí de nuevo”, dijo Dziwisz en una entrevista en la plaza.

FÉRETRO EXHUMADO. El féretro del papa Juan Pablo fue exhumado el viernes de la cripta situada debajo de la Basílica de San Pedro y será colocado enfrente del altar principal. Después de la masiva beatificación, permanecerá allí y la basílica estará abierta hasta que todos los visitantes que quieran verlo lo hayan hecho.

Entonces será trasladado a una nueva cripta bajo el altar de una capilla cercana a la estatua de la Piedad de Miguel Ángel. La lápida que cubre el lugar donde fue enterrado la primera vez será enviada a Polonia.

Varios centenares de miles de personas están esperando desde ayer, agolpados en la Plaza de San Pedro, cuando el sucesor de Juan Pablo II, Benedicto XVI, pronunciará en latín las palabras que declaran beato a uno de los papas más populares de la historia.

Una de las que tendrán el honor de estar sentadas en la plaza es la hermana Marie Simón-Pierre Normand, una monja francesa que sufría la enfermedad de Párkinson, la misma que afectó al Papa en sus últimos 12 años de vida.

El Vaticano atribuye la curación de Normand, de otro modo inexplicable, a la intercesión de Juan Pablo II después de que ella y sus compañeras rezaran al difunto. Ese milagro, según la Iglesia, permite que se lleve a cabo la beatificación. Para ser declarado santo, tendrá que atribuirsele otro milagro.

Alrededor de 90 delegaciones oficiales de todo el mundo, incluidos miembros de las cinco familias reales europeas y 16 jefes de Estado, asistirán a la beatificación. Por España estarán representados los Príncipes de Asturias. Otro de los invitados es el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, quien ha sido duramente criticado por vulnerar los derechos humanos en su país. Mugabe tiene prohibida la entrada en la Unión Europea, pero el Vaticano -un Estado soberano- no es miembro de ese bloque.

YA SANTO EN VIDA, SEGÚN SU EX VOCERO

Joaquín Navarro Valls, que fue portavoz de Juan Pablo II durante 22 años, dijo ayer en la vigilia de su beatificación que el papa polaco fue ya santo en vida y le dio las gracias por la “obra maestra que hizo de su vida”.

“El 8 de abril de 2005 (día del funeral de Juan Pablo II), cuando la gente gritaba ‘Santo Súbito’, pensé: van ya con retraso. Los santos o lo son cuando están vivos o no lo serán nunca. La Iglesia no hace santos, sino que reconfirma una vida de santo”, afirmó Navarro.

Al respecto, el español Navarro subrayó en alusión a Karol Wojtyla que “su vida fue santa. Ya era santo en vida”.

Agregó que en estos momentos, a pocas horas de que Juan Pablo II sea proclamado beato, tiene los mismos sentimientos que durante la muerte del pontífice. “Gratitud a este papa que dijo sí a todo aquello que Dios le pedía, que no era poco. Gracias, Juan Pablo II, por toda esa obra maestra que has hecho de tu vida”, resaltó.

Navarro, quien se emocionó en varios momentos durante su intervención, afirmó que el papa Wojtyla siempre buscó la misericordia de Dios, se confesaba todas las semanas y muchas veces, cuando iba a cenar con él, tenía que esperarle porque estaba confesándose. EFE

Un fuerte operativo para garantizar la seguridad rodea hoy la ceremonia de beatificación de Juan Pablo, a la que asistirán al menos 50 jefes de Estado.