Estamos hablando de Juan Bautista Torales (54 años), más conocido como Teju (lagarto).
Disputó de nada menos que 77 enfrentamientos con el combinado nacional, pero fueron dos los partidos que lo marcaron en toda su carrera.
Uno, la final que jugó frente a Chile en el estadio de Vélez Sarsfield, cuando Paraguay se consagró campeón de la Copa América en 1979. Y otro, el recordado encuentro con México en el Mundial de 1986, el retorno de la representación nacional al certamen más importante a nivel de selecciones que se desarrolla cada cuatro años.
“Para nosotros, y también para el público, la emoción por conseguir la clasificación fue algo indescriptible. Había una alegría desbordante. Es que conseguimos la clasificación después de 28 años a un Mundial. Además, concretamos todo con mucho sacrificio. La hinchada nos apoyó en todos los partidos y eso fue fundamental para el logro”, refirió el zaguero, que no tenía inconvenientes para moverse por el carril derecho, su preferido, o por el izquierdo, y también jugaba como central.
Recordó: “El grupo que se conformó fue muy bueno y eso ayudó bastante para realizar muy bien los deberes en la primera etapa. El profesor Cayetano Re influenció en los dirigentes y mucho más en nosotros. Nos hizo hacer entender la importancia de estar en un Mundial”.
Dos encuentros
El ex defensor relató: “Sí... Seguro que el encuentro frente a México fue el que me marcó a mí y a todos los integrantes del plantel, pues conseguimos un empate histórico nada menos que frente al local y con todo su público. Fue impresionante aquel juego y lo disputamos con estadio lleno. En ese partido conseguimos nuestra clasificación a la siguiente ronda”.
Tras una pequeña pausa, narró: “Por ser el Mundial se puede considerar que el encuentro con México fue uno de los más importantes de mi carrera, pero tampoco se me borra de la mente el choque frente a Chile en la cancha de Vélez Sarsfield, para la conquista de la Copa América en 1979. Esos dos enfrentamientos son los recuerdos imborrables que llevó y de los que me acuerdo como si sucedieron ayer”.
Grupo excepcional
Torales elogió no solamente la calidad futbolística de sus ex compañeros del plantel de México 1986, sino también la humana. “Ese grupo humano que tuvimos fue muy bueno. Entonces, eso nos ayudó mucho para que las cosas nos salgan todo fácil. Siempre hubo compañerismo y, sobre todo, unidad dentro del grupo”.
Además, mencionó: “Siempre tuvimos esa ilusión de llegar un poco más lejos. Además, teníamos un plantel muy bien equilibrado y compuesto por muy buenos jugadores. Los muchachos tenían mucho amor a la casaca y en cada partido dejaban todo en la cancha, y eso ya se venía arrastrando desde los partidos antes de clasificar. Estábamos en condiciones de llegar un poco más lejos, pero...”.
Buena inversión
Igualmente, resaltó que en el fútbol antes no se ganaba lo que sí se puede hoy, pero destacó que siempre con la ayuda de la familia trató de realizar una buena inversión. “Gracias a Dios puedo decir que invertí bien lo que pude ganar en el fútbol, pero con la salvedad de que antes no se ganaba como hoy en los diferentes clubes. Felizmente, tuve siempre el apoyo de la familia, y en especial de mi señora, para tratar de buscar la manera más correcta de ahorrar y pensar en el futuro. Hasta ahora, felizmente, estoy muy tranquilo en lo que respecta a lo económico. No puedo quejarme de la suerte”.
Pisó tierra
El hoy ex zaguero y actual entrenador de las Divisiones Inferiores de Libertad admitió: “Traté de mantener un perfil bajo y eso me ayudó bastante para llegar a jugar la mayor cantidad de partidos con la selección nacional. A veces, los futbolistas se marean muy rápido, no ponen mucha atención y eso, generalmente, le lleva a uno por mal camino. Siempre procuré pisar tierra y eso hasta ahora lo mantengo”.
Relató: “Siempre digo que el sacrificio, la disciplina y el trabajo acompañado de la ayuda de la familia son los que me brindaron el soporte para estar bien en los momentos importantes para responder a las expectativas”.
Enfatizó: “Nunca dejé el fútbol. Trabajo hace un buen tiempo en Libertad (es campeón con la Sub 17 en este Clausura) con los chicos. La tarea que estamos realizando es exitosa, porque todo se encara con mucha seriedad. El presidente brinda apoyo a los jóvenes, que es importante, porque en las divisiones menores está el presente de cada club”.
SUS COMIENZOS. Se había iniciado como futbolista en su ciudad natal, Luque, en el club Julio Correa. Muy pronto pasó al Sportivo Luqueño. Después llegó a Libertad, donde defendió por 10 años la casaca albinegra. También estuvo por Guaraní y terminó su carrera futbolística en Luqueño. Jugó hasta los 39 años.
LA FAMILIA. Tiene cuatro hijos y dos de ellos están muy identificados con el arte, específicamente con la música. Juan Bautista, el mayor, tiene 27 años y es bioquímico. Ida Mercedes cuenta con 22 años y es profesora de Danza. Juan Enrique, de 16 años, está en el Conservatorio Nacional de Música, y ejecuta el violín y el órgano. Y el menor, Juan Albino, de 14 años, es arpista y ya recorrió varios países de Europa. Su señora es Enriqueta Quiñónez, quien ayudó a Torales para salir adelante en los momentos más difíciles de su carrera profesional.
CON EL ENEMIGO. Juan Bautista Torales, quien disputó los cuatro partidos en el Mundial México 1986, recordó que compartía la habitación -que se entienda de buena manera- del hotel con Virginio Cáceres. Este le peleaba el puesto como lateral derecho, pero el ex zaguero de Libertad y Luqueño rememoró que se llevaban muy bien.
UNA HERENCIA. El mote de Teju lo adquirió de su padre, recordó Juan Bautista, quien dice que no le molesta que lo llamen por su apodo. Es más, confidenció que en el Mundial la mayoría de los compañeros lo llamaban así, e incluso varios de los técnicos que tuvo en la albirroja y en los diferentes clubes por donde pasó.
LOS RECUERDOS. “Cayetano Re nos ayudó bastante a los jugadores en el trato, en todo. Es una persona que nos brindó todo. Es un innovador y en el trato es espectacular. Nos hizo sentir que somos importantes. En el trato en el hotel, comida, buen vino e hizo que nosotros nos sintiéramos importantes”, dijo Torales al referirse a Cayetano Re, ex técnico de la albirroja en México 1986.
PARTICULARIDAD. Antes del viaje a México, los integrantes de la albirroja negociaban con don Jesús Manuel Pallarés, presidente de la entonces Liga Paraguaya de Fútbol (hoy Asociación), algunas cosas. Si bien la mayoría pedía más dinero, otros solicitaban cocinas a gas y hasta ropero de cuatro cuerpos, nos recordó.