08 dic. 2025

Jóvenes católicos dieron testimonios de fe en la Costanera

De sentirse vacía y sin encontrar sentido a la vida, Belén León –de 23 años– relató ayer cómo fue su inesperado encuentro con Jesucristo en uno de los encuentros carismáticos organizados por la Comunidad Católica Shalom.

“Hace tres años no participaba de la iglesia, estaba muy alejada. Estaba pasando por un cuadro de depresión muy grande. Nada saciaba en mí, me iba a fiestas, salía con amigos. Hasta llegué a las drogas y tuve una sobredosis”, arrancó Belén su testimonio que, en un principio, iba a compartir con decenas de jóvenes en la Costanera de Asunción.

“Una semana después de la sobredosis entré en depresión porque mi familia me veía con ojos de decepción; recibía comentarios de que echaba a perder mi vida y realmente sentía un vacío muy grande. Y una persona equis me invitó por Instagram a participar de este seminario, donde descubrí que el vacío que tenía era la sed de eternidad que tenía mi alma”, comentó al precisar el instante en que sintió su conversión.

“Cuando le expusieron a Jesús no sabía quién era, para mí era una historia superlejana de que murió hace 2.000 años. Pero mi corazón le reconoció: Me llevaron frente al pedacito de pan consagrado, donde vi su rostro, es difícil de explicar, es un misterio. Sentí que su sacrificio en la cruz fue personal por mí. Eso fue lo que me cambió hace tres años. No sabía rezar el padrenuestro, ni sabía nada de la Iglesia Católica. Hice la confirmación pero no participaba de nada”, confesó Belén, quien ahora está en un proceso de discernimiento para partir como misionera carismática.

La experiencia de Belén tuvo lugar en el evento denominado Light House, organizado por dicha comunidad apostólica y que tiene como fin atraer a personas que carecen de una experiencia con Dios y que están deseosas de vivir algo personal y profundo.

Interrumpido Desafiando al temporal que asomaba en el horizonte, el señalado evento inició con una misa oficiada por un cura miembro de esta comunidad, cuyo su origen se remonta a 1982 –en Brasil– y está reconocida por la Iglesia Católica como Asociación Internacional Privada de Fieles.

Pero la tormenta interrumpió la fiesta que iba a continuar con baile, música y la adoración eucarística del Santísimo Sacramento. “El objetivo es llegar a las personas que están en la oscuridad, que están completamente sin rumbo y que necesitan de una experiencia, no de palabras o teoría, pero sí de una experiencia personal”, explicó Cecilia Varonilia, misionera y coordinadora del Light House.


Esta comunidad nació para evangelizar a los jóvenes, como yo, que están totalmente alejados de la iglesia.

Belén León,
de Asunción.