Afirma al inicio que “la credibilidad es el mayor bien de la prensa y ese valor debe ser preservado en base al respeto a las leyes y a los principios éticos que rigen el ejercicio del periodismo”.
Agrega que “la credibilidad debe estar cimentada en el manejo responsable de la información y en el respeto irrestricto a principios, como el derecho de las personas a recibir información veraz, responsable y ecuánime, el derecho a la intimidad o la presunción de inocencia”.
Añade que “un diario que se precie de serio no puede incurrir en la misma irresponsabilidad de un político deshonesto, veleidoso y falaz”.
Sigue diciendo que “atendiendo a estas creencias y antecedentes, y apelando al derecho a réplica que me asiste en calidad de afectado por lo publicado en ese medio en fecha 17 de febrero de 2021, con el título: ‘Friedmann vuelve a arremeter contra HC‘, haciendo alusión a los dichos del senador Rodolfo Friedmann, registrados en su cuenta de Twitter, solicito la rectificación o aclaración de lo afirmado por el periódico”. Menciona que “el diario ÚH, de manera ligera, utilizando una fuente irresponsable escudada en fueros, me sindica como supuesto participante de un hecho punible ampliamente difundido, cuyos autores están plenamente identificados”.
“ÚH, siguiendo la línea argumental dictada por el senador, señala que ’Friedmann cree que el caso va a dormir el sueño de los justos en la Fiscalía...’ Esta afirmación es una afrenta a mi imagen, dignidad y reputación personal, profesional y familiar, pues pretende establecer un hilo conductual, que como ex ministro pudiera incidir en una investigación llevada adelante por el Ministerio Público”, puntualiza.
“Aclaro y afirmo, categóricamente, que no he tenido vínculo comercial o personal alguno con los imputados por el aludido delito, por lo que la información introduce elementos falsos e injuriosos”.
La nota añade que “de manera irreflexiva y precipitada, ÚH me adjudica una conducta ilícita. Bastaba acudir a los archivos o recurrir a lo establecido en su propio Código de Ética, para desechar una antojadiza acusación”.
“El senador Friedmann, en medio de su díscola conducta y al influjo de la politiquería, puede decir lo que quiera, pero un periódico que se precie de independiente, ético y de calidad debe ser cuidadoso en la selección de sus fuentes, en la valoración de acusaciones y en el respeto a la dignidad y reputación de las personas”.
La nota de Jiménez Gaona agrega que “resulta contradictorio que el único medio del país que presume de contar con un Código de Ética desconozca lo preceptuado en la Convención Americana de Derechos Humanos que consagra, no solo el aspecto del manejo ético de la información, sino también el respeto a su honra y reconocimiento de su dignidad”.
“Por todo lo manifestado y bajo el amparo del artículo 28 de la Constitución Nacional que textualmente expresa:’ Toda persona afectada por la difusión de una información falsa, distorsionada o ambigua tiene derecho a exigir su rectificación o aclaración por el mismo medio y en las mismas condiciones que haya sido divulgada sin perjuicio de los demás derechos compensatorios’, solicito la retractación, considerando que se ha tergiversado información sobre mi persona y se me ha nombrado explícitamente como involucrado en un hecho punible”.