La fiscala Ávila inició la investigación de abuso y acusó al padrastro elevando la causa a juicio, pero no participó del juicio, pues fue trasladada de Paraguarí, y la fiscala Mercedes Vera estuvo a cargo. El Tribunal de Sentencia consideró que se acreditaron todos los extremos sostenidos con la acusación; sin embargo, el presunto error estuvo en emitir una sentencia desproporcional con relación a las probanzas, ya que se investigaron todas las áreas del hecho punible.
La niña fue sometida a tres estudios médicos, dos en el marco de un juicio por la tenencia de la niña a favor de la tía, y una por pedido de la fiscala Ávila en el marco de la investigación de abuso, además de otras diligencias como la Cámara Gesell, estudio victimológico, que comprobaron el hecho.