El Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) recibió la comunicación oficial del Japón sobre la normalización de los controles para la chía.
Desde el 2011, el Japón dispuso que el 100% de los cargamentos de chía importados de Paraguay sean inspeccionados por la aparición de aflatoxinas (tipo de toxina producida por hongos) fuera de los niveles permitidos.
Ahora, tras la comunicación emitida por Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar del Japón, la medida se redujo a solo el 30% de las partidas, ingresando de ese modo al régimen ordinario de control.
El Ing. Agr. Fernando Ríos, titular de la Dirección de Calidad, Inocuidad y Agricultura Orgánica (Dicao) del Senave, explicó que la medida tomada por las autoridades sanitarias japonesas significa que se ha avanzado en el manejo adecuado de los cultivos, como en la cosecha y poscosecha.
Según datos estadísticos de la institución, en el 2016 se exportaron 10.277 toneladas de chía a diferentes mercados, mientras que en el 2017 la totalidad exportada ascendió a 14.584 toneladas.
Capacitación. Japón es un importante mercado para los productos paraguayos, especialmente la chía y el sésamo, que son rubros que ocupan a miles de productores.
Pero son muy exigentes. De hecho, el sésamo estuvo bajo estricto control durante mucho tiempo, así como la chía.
En el caso del sésamo, recordemos que hace un año Japón dispuso el levantamiento del 100% de los controles de las cargas, después de años.
La medida de control extremo se había implementado debido a que se encontraron restos de carbaril, un químico prohibido en el país asiático.
Teniendo en cuenta ese contexto, expertos de la Agencia de Cooperación del Japón (JICA) dieron una serie de recomendaciones técnicas relacionadas con la metodología analítica y el uso de equipos de detección de residuos de plaguicidas, a técnicos del Senave, también la semana pasada.