Entre otros aspectos, Ruoti consideró que el fraccionamiento sin intereses para el pago del IRP no corresponde desde el punto de vista técnico y que esto beneficiaría a un sector “privilegiado” de la sociedad, que son los contribuyentes del impuesto a la renta personal que en el año 2020 recibieron efectivamente remuneraciones por sus servicios personales, a pesar de la crisis sanitaria y económica, y que tienen capacidad contributiva para sostener los gastos del Estado. En ese sentido, tildó a la intención de establecer una tasa cero como “populista”.
La Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) fue centro de críticas en los últimos días por la aplicación de una tasa de interés para el fraccionamiento del IRP que asciende a casi 17% anual, por encima, por ejemplo, de la tasa de alrededor de 13% que está vigente para las tarjetas de crédito que ofrecen los bancos, financieras y cooperativas, o del promedio de tasas activas del sistema financiero.