Contar con rutas que sean seguras por su estructura, señalizaciones y elementos de amortiguamientos para casos de choques laterales, ayudan a bajar los índices de víctimas de siniestros viales. Así lo señaló, Julio Urzua, director regional de iRAP (Programa de Evaluación Internacional por Carretera) en el último día del seminario realizado ayer sobre Convenciones de tránsito y seguridad vial, organizado por el Touring y Automóvil Club y la Agencia Nacional de Tránsito y Seguridad Vial, con apoyo de otros organismos públicos nacionales e internacionales.
Urzua destacó que “una buena infraestructura ayuda, en primer lugar, a bajar las posibilidades o las probabilidades de que ocurran un siniestro. El segundo elemento es que si el siniestro ya ocurrió y no lo pudimos evitar, que la infraestructura ayuda a bajar la severidad de un siniestro, que sea la mínima, es decir, que la persona viva si se equivocó al conducir, que no sufra lesiones graves, que sufra las menos consecuencias posibles. Para eso sirve la infraestructura”, detalló a ÚH.
Durante su exposición en el seminario, indicó que “hay que responder a los riesgos que se tienen al circular por las rutas, y detectar los factores de riesgos más altos; reaccionar y hacer los cambios necesarios en las rutas, porque si no lo hago para generar cambios en los comportamientos, no doy seguridad”, reflexionó.
El consultor abogó por planes de inversiones para lograr vías más seguras. “Haciendo mejoras sustentables en las rutas se ayuda a bajar los siniestros graves. Es categórico que si invierto en la infraestructura vial se salvan vidas”, destacó el profesional.
Recordó que en los objetivos de la agenda 2030 de desarrollo sostenible de Naciones Unidas están dos metas relacionadas con la seguridad vial: Para las nuevas carreteras, pide que sean construidas con los elementos de seguridad que permitan llegar a ser rutas de 3 estrellas, y para las rutas antiguas existentes que tengan los estándares técnicos necesarios .
“En Paraguay ya depende de las decisiones políticas del Gobierno para trabajar por rutas seguras. Hay tecnología y experiencia, para acompañar ese proceso”, puntualizó Urzua.
ESTUDIO EN paraguay. En el momento del diálogo con los presentes, el Ing. José Gómez, del Departamento de Seguridad Vial del MOPC, relató que en el 2010 el iRAP hizo una evaluación en Paraguay y que las recomendaciones se consideraron para realizar 1.600 kilómetros de mejoras en las señalizaciones, y 85.000 metros de barandas protectoras.
Apuntó que futuras obras a realizarse como ampliación de la ruta 1 y en el Norte (nuevo tramo Carayaó-Calle 6.000, y de Mbutuy-Yasy Cañy), aplicarán orientaciones de iRap.
Gómez dijo que actualizar el estudio de iRAP en el país puede resultar positivo, a lo que Urzua acotó que se aconseja hacer las evaluaciones de carreteras cada cuatro años.