AP
Nueva York
Para resolver la cuestión de si los restos de Jesús y de María Magdalena habrían sido depositados en dos osarios de piedra caliza descubiertos en un suburbio de Jerusalén, los creadores de un nuevo documental adoptaron novedosos enfoques, incluyendo consultas a expertos en estadística.
Pero algunos expertos en religión, así como arqueólogos, no se mostraron convencidos por las cifras.
Los cineastas exhibieron los dos osarios el lunes mientras promocionaban su documental ''The Lost Tomb of Christ’’ (La tumba perdida de Cristo), que el Canal Discovery presentará el 4 de marzo en Estados Unidos. El documental fue producido por James Cameron, director de la película ''Titanic’’.
La tesis del documental es que 10 osarios antiguos descubiertos en un suburbio de Jerusalén en 1980 pudieran contener los restos de Jesús y su familia, de acuerdo a una nota de prensa del canal.
Uno de los osarios tiene la inscripción ''Judah, hijo de Jesús’’, lo que, de acuerdo al documental, pudiera indicar que Jesús tuvo un hijo. Y el simple hecho de que Jesús tuviese un osario contradiría la creencia cristiana de que Cristo resucitó y ascendió al cielo.
La mayoría de los cristianos creen que el cuerpo de Jesús pasó tres días en el sitio que hoy ocupa la iglesia del Santo Sepulcro, en la ciudad vieja en Jerusalén. El sitio identificado en el documental de Cameron está en el sur de Jerusalén, lejos de la iglesia. El documental fue dirigido por el canadiense Simcha Jacobovici.
Los cineastas pidieron a expertos en estadísticas que calcularan la posibilidad de que cualquier otra familia en el Jerusalén del primer siglo de nuestra era hubiesen tenido ese conjunto de nombres.
''Las cifras van de uno en 100 a uno en 1.000 de que podría haber existido otra familia’’ con esa serie de nombres, dijo Andrey Feuerverger, profesor de matemáticas en la universidad de Toronto.
SIGUE LA CONTROVERSIA. Las afirmaciones del documental han causado la ira de líderes cristianos en Jerusalén.
''La evidencia histórica, religiosa y arqueológica muestra que el lugar en el que Cristo fue sepultado es la Iglesia de la Resurrección’’, dijo Attallah Hana, clérigo grecoortodoxo en Jerusalén. El documental, dice, ''contradice los principios religiosos y los principios históricos y espirituales que nos sostienen’’.
Stephen Pfann, un erudito bíblico en la Universidad de la Tierra Santa en Jerusalén, que fue entrevistado para el documental, dice que la hipótesis de los realizadores no es sólida.
Pfann ni siquiera está seguro de que el nombre ''Jesús’’ en los osarios fue interpretado correctamente. Él piensa que lo más probable es que se trate del nombre ''Hanun’’. Las escrituras semíticas antiguas son notoriamente difíciles de descifrar.
Críticas
Entre los críticos de la película figura el vicecustodio de Tierra Santa, el padre Artemio Vítores, quien calificó de “ridícula” la tesis del documental. Para Vítores, los autores del filme buscan “publicidad” por medio de afirmaciones “sin ningún fundamento arqueológico” que “apelan un poco a la ignorancia religiosa”. Desde una óptica científica, el arqueólogo y catedrático Amos Kluner cuestionó el descubrimiento que se muestra en el documental: “Es una gran historia para un telefilm, pero (lo que se cuenta) es completamente imposible” y “un sinsentido”, señaló a “The Jerusalem Post”.
“No existen posibilidades de que Jesús y sus allegados tuvieran una tumba familiar. Era una familia de Galilea sin nexos con Jerusalén”, concluyó.