- Eduardo Villalba
- @favillalba90
Wildo González es economista y experto en macroeconomía. En una conversación con Última Hora, explica cuáles son los factores que considera marcarán la dinámica del rebote económico en 2023 y su visión respecto al desarrollo de la política fiscal en los últimos años, entre otros puntos.
-¿Cuáles son las perspectivas de crecimiento económico para 2023 y qué tan fuerte puede ser el rebote del PIB este año?
-En relación al crecimiento para el 2023, espero un incremento anual del PIB de 4,5 a 5%, pero existen varios factores que deben ser tenidos en cuenta; el principal, como todos están mencionando, es el desempeño del sector agrícola; lo siguiente, algo menos presente en la discusión pública, es el efecto de la incertidumbre en la economía, esto relacionado al desarrollo de la campaña electoral que impacta negativamente en el desempeño económico; por ello, la intensidad del crecimiento del 2023 dependerá directamente de la incertidumbre presente, cuanto menos incertidumbre se tenga, más intenso será el crecimiento del PIB en el 2023. En caso de que esta sea más intensa (por la incertidumbre), probablemente actuará debilitando la dinámica de la inversión agregada, tanto fiscal como privada, impactando a un rebote económico menos intenso en el 2023.
-¿Hay todavía sectores rezagados en la recuperación pospandemia?
-Sí, existen sectores de la economía que aún no han recuperado sus niveles previos. Esto no se refleja en las cifras del PIB, sino más bien en el mercado laboral, que se encuentra estancado, la creación de empleo ha sido mayormente por cuenta propia. De los 200 mil empleos asalariados perdidos por el shock de la pandemia no se han recuperado ni 100 mil empleos. Y en el caso de las pymes, casi 75 mil fueron destruidas, aún no se han recuperado casi nada. Todo esto ha impactado directamente en la calidad de vida de los ciudadanos, que han visto quizás no reducidos sus ingresos, sino más bien han perdido las certezas que entrega un empleo formal.
-¿Cómo evalúa los datos parciales sobre el desempeño de la economía en 2022?
-Observando el último Imaep, publicado recientemente, vemos un débil desempeño total de la economía, a pesar del crecimiento positivo; si nos fijamos en el Imaep que excluye a la agricultura y binacionales, esta ha registrado una contracción de -3,6% anual en el mes de noviembre, un valor muy malo considerando la base de comparación favorable del año anterior. Esto da cuenta de un impacto negativo en los sectores distintos, de los recursos naturales, como la industria, comercio y construcción, de la disminución del estimulo fiscal (muy necesario para volver a los rangos de la regla fiscal), y del impacto que ha tenido en estos sectores el incremento en la tasa de política monetaria (TPM), que, como se menciona siempre, esta actúa con rezagos, por lo que el impacto del aumento de la TPM está empezando a materializarse.
-¿La TPM puede condicionar el crecimiento económico este año?
-No necesariamente, es importante pensar que con un descenso de la inflación la TPM debería converger a niveles cercanos a la tasa neutral (esta es un nivel de TPM que no acelera ni disminuye la inflación ni la actividad económica). Y pensando que existe una alta probabilidad de materialización del escenario de descenso de la inflación del Banco Central, es altamente probable que este empiece a disminuir la TPM a finales del segundo trimestre, para cerrar probablemente en diciembre del 2023 a un nivel cercano al 5,50% de TPM. Volviendo particularmente al escenario de actividad económica, creo que todo esto ya esta incorporado en las proyecciones de crecimiento de los agentes económicos.
-¿Cuáles son las proyecciones respecto a la inflación y cree que ese año se puede converger a la meta del BCP?
-La convergencia al rango meta de inflación del Banco Central está en camino, existen elementos auspiciosos que dan cuenta de menores presiones de precios en diferentes sectores y/o componentes de la inflación. Existe una alta probabilidad que la convergencia al rango meta de inflación pueda ser más rápida que lo previsto; para que ello ocurra serán cruciales estos primeros cuatro meses del año, que en el 2021 fueron meses con alta inflación mensual. Con todo, a pesar de todo, la decisión del Banco Central de aumentar la tasa de política monetaria ha sido adecuada, tanto en tiempo como en ritmo; por ello, es altamente probable que incluso para este 2023 cerremos con una inflación a diciembre de 4 a 5%, dependiendo de la intensidad de los shocks externos.
-¿Qué evaluación hace sobre la política fiscal adoptada en los últimos años y en qué condiciones nos encontramos (fortaleza o debilidad) de cara al futuro?
-El comportamiento de la política fiscal en los últimos años ha sido aceptable, el estimulo fiscal durante el shock del Covid-19 fue adecuado, y se ha observado los efectos positivos de tener una política fiscal contra cíclica. Pero a pesar de haber cerrado el 2021 con un déficit fiscal de 3% del PIB, hay que recordar que quedó pendiente un importante monto de deuda flotante, especialmente en el pago a las constructoras por la inversión fiscal, esto daría cuenta de que el déficit fiscal real fue muy superior al 3%. No obstante, existen elementos auspiciosos que se manifiestan en el deseo de las autoridades fiscales de lograr una convergencia a la regla fiscal al 2024, esperemos que puedan realizar un buen manejo financiero del PGN 2023, conteniendo en parte los aumentos realizados por los parlamentarios. Pero igual veo complicada la convergencia a los límites de la regla fiscal en el 2024, tomando en cuenta los elementos que fueron introducidos en el 2023 que se tornarán permanentes, incrementando sustancialmente el gasto rígido, dejando poco espacio para la inversión social y de infraestructura.
-¿Qué camino debe seguir Paraguay para lograr mayor y más inclusivo crecimiento económico?
-Principalmente iniciar una serie de reformas que busquen mejorar el bienestar de la población, esto especialmente relacionado a las pensiones, que un muy reducido porcentaje de la población actualmente cotiza algún plan de jubilación. Esto, de materializarse, generaría un efecto muy positivo en la economía, aumentando notablemente la formalidad del mercado del trabajo, y con ello las recaudaciones tributarias, con lo que el Gobierno debería tener más espacio para financiar proyectos de inversión pública en infraestructura y social. Además, de generar un monto no menor de ahorro de largo plazo, que debería ser canalizado a financiar proyectos de inversión, principalmente en infraestructura. A esto se debe agregar la necesidad de una reforma de la educación y salud pública, con esto se logrará generar un mayor bienestar y aumentar la productividad de la mano de obra. Con esto, en caso de realizarse, ya elevaría de manera importante el PIB potencial de nuestra economía.
Veo complicada la convergencia a los límites de la regla fiscal en el 2024, tomando en cuenta los elementos que fueron introducidos en el 2023 (en el Presupuesto General).
De los 200 mil empleos asalariados perdidos por el shock de la pandemia no se han recuperado ni 100 mil empleos. Y en el caso de las pymes, casi 75 mil fueron destruidas.
Perfil
Wildo González es economista, tuvo la oportunidad de desarrollarse en el Banco Central de Chile, donde ocupó el cargo de economista senior. Cuenta con diversas publicaciones en el International Review of Economics & Finance, Empirical Economics, Economic Analysis Review y la Revista de Economía Chilena. Es experto en macroeconomía.