Las variedades tempraneras de la oleaginosa pudieron ser levantadas con ciertos niveles de rendimiento, pero la gran mayoría de los cultivos sufrieron seriamente los embates de la sequía obteniendo resultados muy negativos en su rendimiento y calidad. Dada esta situación, una buena cantidad de agricultores prefirieron no cosechar sino sembrar directamente sobre esas parcelas dañadas, soja y en otros casos maíz.
“Es que el maíz también fue muy dañado por la falta de lluvia de dos meses y el calor extremo, es por eso que de nuevo los productores están sembrando el grano esperando que haya un mejor acompañamiento climático”, dijo Orlando Gallas, jefe de asistencia técnica de la cooperativa Colonias Unidas. Señaló que si no se intenta la llamada zafriña, no habrá materia prima para la fabricación de balanceados, hecho que dañaría seriamente la producción ganadera teniendo en cuenta que actualmente una buena parte de la ganadería intensiva utiliza los balanceados como alimentación de los animales. Los productores están trabajando a tiempo completo con el objetivo de plantar la mayor cantidad de áreas agrícolas.
“No hay tiempo que perder, por eso los productores trabajan intensamente, más en estos días de la semana, en la siembra de maíz y soja porque hay que tratar de ganarle al tiempo, además se pronostican lluvias importantes que caerían por lo que hay que sembrar la mayor cantidad de parcelas posibles”, dijo Gallas.