El Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) sigue teniendo dos posiciones encontradas en torno a la realización de una Convención del partido para sacar a los llanistas por supuestas inconductas.
La otra postura que toma fuerza es la de no confrontar y a cambio intentar el diálogo, debido a quiénes no son ni efrainistas ni llanistas no estarían dispuestos a ubicarse en ninguno de los lados en una lucha encarnizada dentro del partido.
Tal como lo ratificaran autoridades del directorio encabezados por Efraín Alegre, una de las posturas sigue firme, que es la de intentar sacar al partido a quiénes votan constantemente en el parlamento, en sentido contrario de lo recomendado a nivel partidario.
No obstante, a la hora de seducir a cada uno de los convencionales a nivel nacional, para que voten en uno u otro sentido, cualquiera de las fuerzas debe tener mayoría propia de entre los 600 convencionales lo cual en este momento aparentemente no existe en ninguno de los sectores, lo que beneficiaría al llanismo para intentar frenar el plan de sus detractores.
Cabe mencionar que uno de los distritos electorales de mayor importancia cómo el Departamento Central, es dominado ampliamente por fuerzas llanistas. Los convencionales de esta región responden a los intendentes y estos a su vez, a los diputados de Central en su mayoría. Los sitios en donde el llanismo podría anular a sus detractores también sería en Cordillera, Ñeembucú e incluso San Pedro, si valoramos que los líderes de estas zonas o, están en contra directamente de iniciar la purga en el partido o, en este momento mantienen sus reservas en torno a llamar a la Convención por “el mero criterio revanchista”.
De los seis que comulgan con la línea institucional, comandada por Alegre, solo Salyn Buzarquis y el senador Carlos Gómez Zelada podrían estar evaluando acompañar la medida que se quiere aplicar contra los llanistas por la tirante relación de estos dos equipos. De hecho, se menciona que Buzarquis personalmente operó para que el ex senador Dionisio Amarilla sea expulsado, sin desmerecer que existieron argumentos claros para su destitución.
De los otros cuatro, ni Víctor Ríos -quién ya lo dijo públicamente- ni el senador José Ledesma, ni tampoco Amado Florentín y Eusebio Ramón Ayala, estarían de acuerdo con acompañar la postura oficial de expulsar a los llanistas.
El punto de consenso en este equipo podría ser que en una eventual Convención, solo se trate la expulsión de Dionisio Amarilla quién, al dejar el Legislativo fruto de la pérdida de investidura, ya perdió casi toda su fuerza y es muy probable que no sea un punto de conflicto entre los grupos.
Ríos ya había calificado de fascista la intención de que la purga en el partido tenga como objetivo sacar sólo a los llanistas, por el hecho de pertenecer a esta corriente. Pidió, en todo caso, que se le dé contenido a la intención de expulsión. “Pakova” Ledesma, quien de hecho coquetea con el llanismo en la última elección a presidente del Senado, directamente se abstuvo para no ir contra Blas Llano.