En una inédita alianza, Estados Unidos y otros países, entre ellos China, harán uso de sus reservas estratégicas de petróleo para intentar provocar una baja en los precios del oro negro y, por ende, de la gasolina, objeto de una espiral inflacionaria.
Utilizar las reservas estratégicas de petróleo es una iniciativa “mayor” que “hará una diferencia” en los precios de la gasolina, que se dispararon en Estados Unidos, aseguró el martes el presidente Joe Biden en un discurso en la Casa Blanca.
“Tomará tiempo, pero en breve deberían ver bajar el precio de la gasolina”, sostuvo el mandatario.
Biden ordenó liberar 50 millones de barriles de petróleo de las reservas estratégicas de Estados Unidos.
“Esta decisión se toma en paralelo con otras naciones consumidoras de energía importantes, como China, India, Japón, la República de Corea y Reino Unido”, dijo la Casa Blanca.
La decisión llega en un momento en que los precios en las estaciones de servicio siguen subiendo en Estados Unidos, lo que representa un problema político importante para Biden, sobre todo en vísperas del Día de Acción de Gracias, una festividad en la que los estadounidenses se desplazan para reunirse con sus familiares.
La iniciativa conjunta, presentada como inédita por el Gobierno estadounidense, busca que con el aumento de la oferta los precios bajen de forma mecánica.
El crudo ha subido en medio de la reactivación económica tras el levantamiento de restricciones por la pandemia de covid-19.
Paradójicamente, tras este anuncio, los precios del crudo subieron fuertemente el martes. El Brent del mar del Norte para entrega en enero ganó 3,27% a 82,31 dólares en Londres. En tanto en Nueva York el barril de WTI para igual mes ganó 2,22% a 78,50 dólares.
“Los precios del crudo estaban a la baja desde hacía más de dos semanas por las especulaciones sobre las reservas estratégicas”, indicó Mark Finley, del Baker Institute, para explicar que los precios ya habían incorporado un anuncio de uso de reservas estratégicas.
La baja fue de cerca de un 10% en los últimos días, entre rumores sobre esta operación coordinada.
Pero, en los tres meses previos a este anuncio, entre el 19 de agosto y el 22 de noviembre, el WTI –referencia en el mercado neoyorquino– aumentó un 20,5%.
Para llegar al acuerdo, Washington y Pekín dejaron de lado su rivalidad, pues China también es uno de los grandes consumidores de crudo. AFP