El ornamento litúrgico fue enviado a Paraguay desde Roma, luego de que el papa Francisco lo bendijo el pasado 29 de junio durante una ceremonia realizada por la festividad de San Pedro y San Pablo, patrones de la Iglesia de Roma.
En la ocasión, el Pontífice entregó el palio a los nuevos metropolitas; sin embargo, monseñor Adalberto Martínez no pudo asistir a Roma ‘‘debido a un aislamiento preventivo por protocolo sanitario’’.
La imposición del palio arzobispal en la Catedral Metropolitana estará a cargo de monseñor Eliseo Ariotti, nuncio apostólico. Esto, según la disposición de Francisco que rige desde el 2015 y que dispone que ya no sea el obispo de Roma, quien imponga el sagrado ornamento a los metropolitas, sino que esta ceremonia se lleve a cabo en sus respectivas diócesis por el nuncio apostólico.
“Se mantiene todo el significado de la celebración del 29 de junio, que subraya la relación de comunión y también de comunión jerárquica entre el Santo Padre y los nuevos arzobispos, y al mismo tiempo, a esto se añade -con un gesto significativo- esta unión con la Iglesia local”, explicaba el entonces maestro de las celebraciones litúrgicas del santo padre, Mons. Guido Marini, recordaron desde el arzobispado.
La imposición del palio será las 11:00 de este viernes y según dicta el protocolo de ceremonia participará no solo a la comunidad de la Arquidiócesis de Asunción, sino también las comunidades de las diócesis que dependen de la autoridad del metropolitano.
Los obispos del Paraguay que se reunirán en asamblea en los próximos días participarán de este acto, que coincidirá con el cumpleaños número 71 de monseñor Adalberto Martínez.
El sagrado palio es según la tradición un ornamento litúrgico de honor y de jurisdicción, ‘‘símbolo de la oveja perdida y del buen pastor que da la vida por su rebaño’’. Consta actualmente de una faja de lana blanca ancha de 4 a 6 cm. Adornada por 6 cruces y 2 orlas de seda negra, cuyas extremidades se apoyan sobre el pecho y sobre los hombros.