Este hito allana el camino para una optimización de los sistemas utilizados en los vehículos autónomos o los robots industriales.
La carrera se disputó en un circuito de 75 metros compuesto por siete puertas que deben ser superadas en un orden predeterminado, con máquinas que alcanzan fácilmente los 100 km/h y aceleraciones que dejarían muy atrás a un F1.
Tres campeones de la disciplina fueron reclutados por el Grupo de Robótica y Percepción de la Universidad de Zúrich para enfrentarse al dron.
Equipados con cascos que transmitían imágenes del dron que pilotaban, los tres hombres, entre ellos un ex campeón mundial de la liga de carreras de drones, tuvieron una semana para prepararse.
El dron autónomo ganó la mayoría de las carreras contra cada uno de ellos y completó la vuelta más rápida del circuito.
Esta es la primera vez que “un robot autónomo móvil logra un rendimiento de nivel de campeón mundial en un deporte competitivo en el mundo real”, según el estudio.
NIVEL EXPERTO. Algunos drones habían alcanzado un nivel “experto”, pero con la ayuda de un sistema externo de captura de movimiento que optimizaba su trayectoria.
Esta era una ventaja “injusta” para el equipo de Zúrich que presenta Swift, un sistema completamente autónomo que lleva a bordo del dron únicamente sus sensores y su potencia de cálculo.
“Swift corrige su rumbo en tiempo real enviando 100 nuevas órdenes por segundo al dron”, explica a AFP Elia Kaufmann, primer autor del estudio y todavía estudiante de doctorado en el momento de escribir el artículo.
APRENDIZAJE profundo. El secreto de Swift se basa en una técnica llamada de aprendizaje por refuerzo profundo (“deep reinforcement learning”), que combina el procesamiento de una gran cantidad de datos con la observación de reglas que recompensan los progresos de la máquina.
Los pilotos, entre los mejores del mundo, fueron: Alexander Vanover, campeón del mundo de la Drone Racing League en 2019; Thomas Bitmatta dos veces campeón de la Copa del Mundo MultiGP International Open y Marvin Schaepper, tres veces campeón nacional suizo.
Swift no solo se impuso en el total de victorias frente a los pilotos profesionales, sino que consiguió el tiempo de carrera más rápido registrado en el circuito, con una ventaja de medio segundo sobre el mejor tiempo registrado por una persona.
Vanover fue quien mejor lo hizo frente a la máquina, pues de las nueve carreras ganó cuatro y perdió cinco; mientras que Schaepper ganó tres y perdió seis. Por último, Bitmatta solo compitió en siete ocasiones, de las que se impuso en tres.